ORTEGA Y GASSET (extracción del pensamiento del pensador, segundo tomo de las obras completas)
No alcanza la victoria en la lucha por la existencia el tipo mejor adaptado al medio, sino por el contrario, el que posee energía suficiente para perdurar tal y como es a través de medios que se modifican.
La lucha por la existencia vendrá a transformarse en la lucha por la consistencia.
Las ideas políticas, las ideas científicas deben ser incorporadas a los hombres que sepan convertirlas en emociones.
El hombre solo se mueve por los afectos, las pasiones, o sea las emociones porque incitan, porque mueven los músculos. Al paso de que la idea significa mirar, ver, contemplar, espejar, especular.
Hace veintiséis siglos que Anaximandro enseñaba a los marineros de Mileto la doctrina de que el límite es un gran castigo impuesto por una severísima justicia. Nos limitamos los unos a los otros, nos distinguimos, nos diferenciamos y como advierte Stendhal, diferencia, engendra odio, somos progenie del odio y de la enemistad.
De aquí que la labor filosófica por excelencia, sea buscar tras esas crueles diferencias y limitaciones una sustancia colectiva, homogénea e idéntica.
El magno deber del sabio, historiador o moralista, es intentar la reconstrucción de las unidades fundamentales, es decir adobando, tras la vanidad de los hombres, LA UNIDAD HUMANA.
Arguye poca sensibilidad no haberse dejado alguna vez tomar por la melancolía, considerando que son, como los cuerpos, impenetrables los espíritus.
Nuestro YO tiende a convertirse por si mismo en una fábrica de soledad y devastación. Es expansión la vida, pero la fórmula natural y espontánea de esa expansión es la agresividad.
La naturaleza nos incita a la vida agresiva, aspiramos a universalizar nuestros gestos y nuestras fórmulas, obligando brutalmente a que los demás nos imiten, nos sentimos espontáneamente llevados a imponer nuestra peculiaridad, lo que hay en nosotros de diferente, de único y el medio que mas a mano está para ensancharnos consiste en negar o destruir las vidas colindantes. La esfera de acción de cada organismo suele ser la medida de su capacidad destructora.
La individualidad poderosa tiende a que se repita su propio gesto indefinidamente, en cuanto le rodea. De aquí que el régimen monárquico o es una apariencia o es una industria de monotonía.
Cierto, los espíritus son impenetrables, no pueden entrar el uno e el otro, pero pueden reconocer entre si una identidad.
Solo negándonos parcialmente llegamos a confundirnos con el prójimo y a comprenderle.
Disimulo y simulación se dice en griego: IRONIA
Ve como dos elementos del espíritu de Renán, la Tolerancia y la ironía se explican una por otro.
La tolerancia activa, la que nos hace pasar milagrosamente a través de la intimidad de otros seres es imposible sin la ironía, sin la pasajera negación de nuestro carácter.
El encaminamiento de lo diverso hacia lo uno es la ARMONIA.
Esa gran sinfonía donde se justifican todas las acciones, donde todas las cosas se ordenan y adquieren ritmo y valor, es la CULTURA.
Si la vida natural es hostilidad, la cultura hace a los hombres amigos..
La Historia es el proceso en que se organiza la unidad humana.
(Continuará)
1 comentario:
Ahora si que me quedan claros como el agua sus conceptos! Toda la tematica me parece muy interesante,
esto de SER en el mundo y como podemos perdurar en el.
Espero con mucha curiosidad la continuacion.... mientras tanto meditare sobre lo que expusiste hasta ahora!!!
Publicar un comentario