domingo, 30 de noviembre de 2008

CUENTO TAOISTA

CUENTO TAOISTA

El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
"¿Por qué no has salido a pescar?", le pregunto el industrial.
"Porque ya he pescado bastante hoy", le respondió el pescador.
"¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?", insistió el industrial.
"¿Y qué iba a hacer con ello?", preguntó a su vez el pescador.
"Ganarías más dinero", fue la respuesta.
"De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo".
"¿Y qué haría entonces?", preguntó de nuevo el pescador.
"Podías sentarte y disfrutar de la vida", respondió el industrial.
"¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?", respondió el satisfecho pescador.

sábado, 29 de noviembre de 2008

LA MORAL NO ES CULTURAL SINO GENETICA

"Los seres humanos compartimos sistemas morales innatos", afirma el psicólogo norteamericano Jonathan Haidt

¿QUE OPINAN?

NUEVA YORK.- ¿De dónde vienen las reglas morales? De la razón, afirman algunos filósofos. De Dios, aseguran los creyentes.
Rara vez se considera otra fuente como la que hoy defienden algunos biólogos: la evolución.
Una mirada a la selección natural y a la supervivencia de los más fuertes sólo parece confirmar los valores más egoístas.
Pero para los animales que viven agrupados el egoísmo debe ser limitado o no habría ventaja en vivir en sociedad.
¿Puede la conducta desarrollada por los animales que viven en sociedad ser el fundamento de donde partió la moralidad humana?
En el libro Hipótesis de la felicidad , Jonathan Haidt, psicólogo moral de la Universidad de Virginia, construye una visión amplia de la moralidad donde rastrea su conexión tanto con la religión como con la política.
Haidt comenzó investigando la emoción de la aversión.
Al probar las reacciones de la gente ante situaciones como la de una familia hambrienta que cocinó y comió a su perro luego de que éste hubiera muerto en una ruta, exploró el fenómeno en que la gente siente fuertemente que algo está mal pero cuyo porqué no puede explicar.
Este fenómeno lo llevó a ver a la moralidad conducida por dos sistemas mentales separados.
Un sistema antiguo, que él llama intuición moral, se basa en las conductas con carga emotiva que se desarrollaron antes que el lenguaje.
Un sistema moderno, que llama juicio moral, llegó después del lenguaje, cuando la gente pudo expresar por qué algo estaba bien o mal.
Las respuestas emocionales de la intuición moral ocurren de manera instantánea; son primitivas reacciones viscerales que evolucionaron para desarrollar decisiones intempestivas que ayudan a la supervivencia en un mundo peligroso.
El juicio moral, por otro lado, llega más tarde, cuando la mente consciente desarrolla una racionalización para la decisión que llegó a través de la intuición moral.
El elefante y el jinete Haidt compara la maquinaria moral subterránea con un elefante y al razonamiento moral consciente con un pequeño jinete que monta sobre su lomo.
Los psicólogos y filósofos han tenido una visión muy estrecha de la moralidad, según cree, porque se han centrado en el que monta e ignoraron al elefante.
Haidt desarrolló una mejor idea del elefante luego de que visitó la India.
Allí, vio que la gente reconocía un dominio de lo moral mucho más amplio que lo relacionado con el daño y la justicia que son centrales en la moral occidental. Los indios se preocupaban por integrar a la comunidad a través de rituales y los ligaban a conceptos de pureza religiosa como manera de reprimir la conducta.
A su regreso de la India, Haidt rastreó literatura sobre antropología y psicología en busca de ideas de moralidad en todo el mundo.
Identificó cinco componentes de la moralidad que eran comunes a la mayoría de las culturas. Algunos tenían que ver con la protección de los individuos, otros con los lazos que mantienen unidos a los grupos.
Entre los sistemas morales que protegen a los individuos, uno tiene que ver con prevenir el daño a una persona y el otro con la reciprocidad y la justicia.
Menos habituales son los tres sistemas que promueven conductas desarrolladas para fortalecer al grupo.
Estas son la lealtad al grupo, el respeto por la autoridad y la jerarquía, y el sentido de pureza o santidad.
Los cinco sistemas morales, según Haidt, son mecanismos psicológicos innatos que predisponen a los niños a absorber ciertas virtudes.
Como estas virtudes se aprenden, la moralidad puede variar mucho de una cultura a la otra, mientras que la importancia de refrenar el egoísmo se mantiene.
En las sociedades occidentales, lo importante reside en proteger al individuo insistiendo en que todos deben ser tratados con justicia.
La creatividad es mucha, pero la sociedad es menos ordenada.
En muchas otras sociedades, el egoísmo es suprimido "por medio de prácticas, rituales e historias que ayudan a la persona a representar un papel cooperativo en una entidad social más amplia", dijo Haidt.
El es consciente de que mucha gente, incluida "la disciplina políticamente homogénea de la psicología", equipara la moral con la justicia, los derechos y el bienestar del individuo, y rechazan todo lo demás como meras convenciones sociales.
Pero muchas sociedades en todo el mundo se comportan como si realmente la lealtad, el respeto por la autoridad y la sanidad fueran conceptos morales, destaca Haidt, y esto justifica el tener una visión más amplia del tema moral.
La idea de que la moral y lo sagrado están relacionados, dijo, puede hoy no estar de moda pero tiene un linaje venerable, si nos remontamos a Emile Durkheim, fundador de la sociología.
Haidt cree que la religión ha tenido un importante papel en la evolución humana al fortalecer y extender la cohesión brindada por los sistemas morales.
"Si no hubiéramos tenido mentes religiosas, no hubiéramos transitado hacia lo gregario -afirmó-. Seríamos todavía sólo pequeñas bandas que deambularían de un lado a otro."
La conducta religiosa podría ser el resultado de la selección natural, según su punto de vista, formada en un momento en que los primeros grupos humanos competían unos con otros.
"Los que encontraron formas de unirse fueron más exitosos", agregó. Haidt llegó a reconocer la importancia de la religión por medio de un camino indirecto.
"Primero encontré la divinidad en el sentimiento de aversión.
" Este probablemente se desarrolló cuando la gente se hizo carnívora y tuvo que aprender qué alimentos podrían estar contaminados con bacterias, un problema que no se presentaba con los alimentos vegetales.
La aversión se extendió luego a otras categorías, sostiene, a la gente que no era limpia, a inaceptables prácticas sexuales y a muchas funciones y conductas corporales que eran vistas como diferentes de las animales.
"Imaginen visitar una ciudad donde la gente no usa ropa, nunca se baña, tiene sexo en público y come carne cruda arrancándola a mordiscos directamente de las carcasas", escribe Haidt.
El ve la aversión evocada por una escena así como aliada de las nociones de pureza física y religiosa.
La pureza es, según él, un sistema moral que promueve los objetivos de controlar los deseos de egoísmo y de actuar de una manera aprobada de forma religiosa.
Por Nicholas Wade De The New York Times (07-10-07)

LA DECISIÓN


MARIO CORRADINI


Decidiste iniciar el viaje.

Pusiste en la valija las cosas necesarias

abandonaste tu casa

y te refugiaste en la búsqueda

de aquello que así lo crees

justificará tu vida.

Recuerda siempre el motivo de la marcha

lo harás a cada paso y con despierto entusiasmo

porque un camino consciente es libertad

en cambio un camino emotivo es esclavitud

y un camino mecánico es sólo estupidez.

Has decidido buscar y debes estar atento:

muchas oportunidades de encontrar la vía

se pierden por exceso de arrogancia

por falta de estima por falta de avidez

o por indiferencia.

Además, buscar algo implica

conocer aquello que estás buscando

y para ir hacia algún lugar

debes tener algún lugar adonde ir.

Sé sincero:¿Tú sabes adonde vas?

Lo sepas o no recuerda

que eres tú quien decidió caminar

no sea que mañana lamentes

haber emprendido la marcha

y acuses a la vida

por no encontrar la vida que buscabas.


Fue la sospecha de otra realidad

lo que te alejó de tu viejo mundo.

Allí, en tu ilusión,

tenías la certeza del refugio seguro

el techo y la comida

pero también estaban la duda

la ansiedad y el sufrimiento.


Tu espejismo se caía a pedazos

y por eso elegiste caminar

no digas después que tu viejo mundo

se derrumbó porque te fuiste.
Si comienzas a mover tus pies

ninguno de los que te precedieron te lo agradecerá.

En todo caso dirán:« te has dado cuenta de que es necesario caminar.»

Como ves, deberás llegar más allá de tus opiniones.

No quiero decir que lo aprendido anteriormente sea inútil

solo que su significado se transforma

de acuerdo a la etapa de la vida.


Tu saber te llevó hasta este punto del tiempo

pero de aquí en más el paisaje cambia

y tus convicciones

pueden transformarse en trampas sutiles.

viernes, 28 de noviembre de 2008

CARACTER- SU FORMACION

Innato o adquirido
Secretos de la formación del carácter
Por Martine Perez De Le Figaro


PARIS .– Discutido hasta en la campaña electoral francesa, el debate sobre el carácter innato o adquirido del comportamiento humano desata polémicas encendidas y refleja el desconocimiento que muchas veces reina en temas complejos como el de la herencia mediada por los genes.

El doctor Daniel Cohen, autor del primer mapa del genoma humano, es terminante: para él, el comportamiento de las personas no resulta de la herencia genética ni de las influencias del medio ambiente ni de la casualidad; es consecuencia de los tres factores al mismo tiempo.

–¿Qué piensa de la polémica que se ha desatado en Francia en torno a la herencia genética?
–Como experto, me han interesado la polémica y muy especialmente las reacciones del gran público. La verdad es que mayoría de los franceses ha dicho que Nicolas Sarkozy se había equivocado al atribuir la pedofilia o el suicidio de los adolescentes a factores genéticos, como si no hubiera participación de los genes en las conductas humanas. Estas cuestiones son importantes, incluso para los que toman decisiones. A la luz de esta polémica, he descubierto que hay un mar de ideas aceptadas que circulan no solamente entre el gran público sino también en lugares científicos no especializados. Es falso decir que el carácter depende de un solo gen; falso, también, decir que si es genético, es hereditario; falso, decir que el genoma determina el destino y que la conducta puede depender ha dicho que Nicolas Sarkozy se había equivocado al atribuir la pedofilia o el suicidio de los adolescentes a factores genéticos, como si no hubiera participación de los genes en las conductas humanas. Estas cuestiones son importantes, incluso para los que toman decisiones. A la luz de esta polémica, he descubierto que hay un mar de ideas aceptadas que circulan no solamente entre el gran público sino también en lugares científicos no especializados. Es falso decir que el carácter depende de un solo gen; falso, también, decir que si es genético, es hereditario; falso, decir que el genoma determina el destino y que la conducta puede depender de factores genéticos Salvo para una o dos personas de cada cien, la ortografía de nuestro genoma no permite predecir con certeza cómo evolucionará nuestra salud, cuál será nuestra longevidad y nuestra conducta. El futuro de un ser no depende de su genoma o de su entorno o del azar, sino de los tres a la vez.

-¿Por qué cree usted que se aceptan estas ideas?
-Comenzamos a comprender la genética con Mendel, cuando describió por primera vez un determinado carácter que dependía de un gen solo. Sabemos que un único gen puede determinar el color de los ojos y 5000 enfermedades raras que afligen al 2% de la población total. En ese caso, es muy simple: tengo el gen, mi destino está fijado de manera inexorable y previsible. Pero eso no puede explicar más que unas pocas situaciones. La mayoría de las características morfológicas, patológicas, de conducta, se debe a varios factores. Para tener un carácter determinado son indispensables la ortografía particular del genoma y la exposición a una serie de factores ambientales. No se trata de uno u otro, sino, forzosamente de uno y del otro. En esos casos sabemos también que intervienen varios genes y no uno solo.

-¿Cómo se sabe eso?
-Los gemelos verdaderos tienen el mismo patrimonio genético. Cuando uno de dos gemelos verdaderos sufre de una enfermedad monogenética (relacionada con un solo gen, como en la fibrosis quística), el otro tiene el 100% del riesgo de estar enfermo. En el caso de los falsos gemelos, mientras uno presenta esta enfermedad, el riesgo para el otro es del 50 o 25%, según los casos. Para las enfermedades multifactoriales (como la esquizofrenia, el autismo, la diabetes), cuando un gemelo verdadero está afectado, el otro que tiene los mismos genes, suele presentar un riesgo del 50% de contraer la enfermedad. Eso prueba que los factores ambientales influyen en el destino. Pero los factores genéticos también intervienen, ya que en estos casos cuando uno de los falsos gemelos contrae la enfermedad, el riesgo para el otro es de alrededor del 10 por ciento. Otra manera de analizar el papel de la genética en las patologías del comportamiento es identificar los genes asociados con las conductas violentas. Pero se sabe que cuando las ratas con predisposición a la violencia son criadas por ratas originariamente pacíficas, dejan de agredir a sus congéneres. El hecho de tener un terreno genético no es suficiente: la educación es importante.

-¿Se puede, entonces, intervenir para prevenir ciertos comportamientos?
-Para prevenir, es necesario predecir. La genética por sí sola no puede predecir, salvo en los raros casos de enfermedades monogenéticas y el ambiente, por sí solo, tampoco ayuda. Si se trazan dos círculos, uno que represente la población afectada por una predisposición genética -por ejemplo, a la violencia-, y el otro que represente la población sometida a un ambiente favorable a la violencia, las poblaciones en riesgo se sitúan sólo en el espacio de intersección común a los dos círculos. Sin duda, se podrían encontrar factores genéticos en muchos comportamientos, que tendrían que ver con 100 e incluso 1000 genes. Pero dada la importancia del ambiente, el objetivo del descubrimiento de esos genes no es la predicción. Por otro lado, esos 1000 genes ofrecen datos sobre las proteínas que entran en los circuitos biológicos y que van a permitir comprender cómo se fabrica un determinado rasgo. La genética no es una religión, sino una herramienta que nos acerca a los mecanismos moleculares de los seres vivos.

-¿La pedofilia puede ser un comportamiento de origen genético? ¿Y el suicidio?
-En cuanto a la pedofilia, no lo sabemos. Como en todos los comportamientos extremos, podría haber un componente genético, pero no ha sido investigado. Por el contrario, se conocen varias afecciones que implican un riesgo de suicidio importante, como la depresión y la esquizofrenia. La presencia de factores genéticos en estas enfermedades está claramente establecida. El temor de algunos es que un régimen autoritario utilice las técnicas genéticas con un fin eugenésico [según teorías de la supervivencia del más apto]. Pero este temor está poco justificado debido a la naturaleza multifactorial de la mayoría de los comportamientos. Alguien que buscara, por ejemplo, eliminar en la base a la genética a todos aquellos con riesgo de sufrir cáncer, una enfermedad cardiovascular o una neurológica, estaría obligado a eliminar a toda la población del mapa. Si se quisiera desembarazarse de todos los portadores de uno de los genes asociados con la agresividad identificados, sería necesario destruir al 20% de los humanos. Encontrar factores genéticos no significa enmendar al sistema social sino que por el contrario se trata de ayudarlo a encontrar soluciones humanamente aceptables.

SE DESPIDE UN GENIO




Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que es cada vez más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y gracias a Internet está siendo difundida.

Recomiendo su lectura porque es verdaderamente conmovedor este corto texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.


“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera”.

Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.”

jueves, 27 de noviembre de 2008

HEIDEGGER

Por Julián Marías(Conferencia del curso "Los estilos de la Filosofía", Madrid, 1999/2000 - edición: Jean Lauand)

Buenas tardes, estamos ya en los amenes, como se solía decir, estamos ya terminando este curso; no nos queda más que esta conferencia y la próxima.
Hoy vamos a hablar de una figura particularmente importante: Heidegger.
Es evidentemente Heidegger uno de los más grandes filósofos de nuestro tiempo.
He tenido una ocasión de larga convivencia con él, que quiero recordar hoy.
Heidegger se dió a conocer el año 1927: había publicado un libro Sein und Zeit, Ser y Tiempo, que tuvo una resonancia inmediata. Ortega leyó este libro inmediatamente y en el número de febrero de 1928 de la "Revista de Occidente", al final de un ensayo, puso una nota al pie de página que decía: "Sobre estos asuntos, finas verdades y finos errores en el libro reciente de Martin Heidegger: Sein und Zeit".
Es decir, lo había leído con gran interés, inmediatamente después de su publicación.
Me gustaría saber -no puedo saberlo- ¿qué personas leyeron en ese tiempo a Heidegger?
Hay un hecho curioso también y es que no se encuentra ninguna referencia a ese libro en la obra de Unamuno: las conexiones entre Unamuno y Heidegger son bastante claras, hay muchas semejanzas entre los dos pensadores.
Me sorprendió mucho que en Unamuno no hubiera ni una sola alusión a la obra de Heidegger. Esto me pareció bastante extraño y tardé muchos años, hasta hace quizá 7 años, para caer en la cuenta de la razón de esto: Unamuno no nombra a Heidegger y parece no conocerlo -ni poco ni mucho- por la razón de que estaba en Francia.
Si hubiera estado en Salamanca, como era habitual en él, hubiera sabido que se había publicado Sein und Zeit, lo habría pedido inmediatamente, lo habría devorado y con toda seguridad lo habría comentado.
Pero en Francia este libro no despertó eco ninguno: nadie -o casi nadie- sabía que existía ese libro ni que significación podría tener.
Y esto explica la ausencia total de referencias a Heidegger en Unamuno.Esto se conecta con otra experiencia curiosa.
Ahora les explicaré porque tuve yo diez días de convivencia con Heidegger el año 1955, en largas conversaciones... y se me ocurrió nombrarle a Unamuno, le pregunté por él, me parecía muy verosímil que lo hubiera conocido: había sido traducido bastante al alemán en los años veinte.
Sin embargo, me dijo Heidegger que no lo conocía, que no había leído nada de él, pero que en cambio había leído a Lorca. Me sorprendió bastante, porque la distancia entre Lorca y Heidegger es inmensa...
Esto me lleva a pensar en cómo el mundo actual funciona, en cómo en definitiva se conocen las cosas de que se habla. Es evidente que por razones políticas que le dieron notoriedad inmensa a Lorca desde 1936 -la guerra civil española- llegó a su conocimiento y lo leyó con interés.
Pero es evidente que mientras parece casi obligado el conocimiento de Unamuno por Heidegger no parece necesario el conocimiento de Lorca: y así marcha el mundo actual...
La ausencia de uno y la presencia del otro; la ausencia mutua de Heidegger y Unamuno, es un fenómeno que requiere explicación y que evidentemente muestra una faceta de la vida intelectual de nuestro tiempo.
Yo leí a Heidegger -y esto parece tan inverosímil que si no fuera evidente lo pondría en duda- el año 1934.
Yo me reunía con unas cuantas compañeras de estudios, compañeras de curso, para que yo les explicara -yo estaba un poco más avanzado en los estudios filosóficos y ellas tenían que preparar un examen llamado intermedio y no había cursos generales de filosofía, sino cursos puramente monográficos- ciertos temas bastante generales de filosofía.
Y lo hice dos años, con dos grupos, y hicieron el examen con un éxito bastante sorprendente, porque habían encontrado en esos cursos míos improvisados lo que necesitaban para aprobar el examen.Al final del curso, informal, puramente amistoso, esas muchachas -me parece que eran doce o catorce- me regalaron dos libros.
En la selección de los libros se notaba -claro está- la mano de Ortega: Sein und Zeit de Heidegger y la Ética de Nicolai Hartmann.
Yo fui becario ese año en la Universidad de Santander, que se llamaba Universidad Internacional de Verano Santander -que no era, naturalmente Menéndez Pelayo, no se llamaba así; se llamó así muchos años después- y me llevé el libro de Heidegger, acompañado del diccionario alemán de Langenscheidt.
Yo tenía una habitación de piso bajo y pasaba horas y horas con el libro de Heidegger y el diccionario.
No hay que decirles que Heidegger no estaba traducido a ninguna lengua; es decir, a Heidegger no se lo podía leer más que en alemán.
Y me parecía que no se lo podía leer más que en alemán, porque las muy pocas traducciones -muy fragmentarias que había- yo no las entendía, ni las entiendo.
Yo a Heidegger lo entiendo en alemán solamente; en traducción, no entiendo nada absolutamente.
Hay una traducción de mi maestro, profesor queridísimo, José Gaos, que tradujo muchos años después, pero tampoco la entiendo...
La dificultad de la lengua alemana de Heidegger es particular.
El alemán no es una lengua fácil, pero además el alemán filosófico tiene ciertas dificultades, pero en el caso de Heidegger las tiene superlativas.
Porque Heidegger escribe no alemán, sino su alemán particular. Tenía una idea que a mí me parece equivocada, errónea -pero en fin lo creía él- que la filosofía no se puede escribir más que en dos lenguas: griego y alemán.
Yo creo que no, creo que es un error e incluso un error grave de Heidegger.
Yo creo que la filosofía se puede... -iba a decir se puede escribir en cualquier lengua, pero tampoco lo creo: se podría hacer un catálogo de lenguas en las cuáles no se puede hacer filosofía; pero, en muchas, sí.
Y en las grandes lenguas europeas, de las cuáles tengo alguna idea; y de otras -de las cuáles no tengo ninguna idea- estoy seguro de que se puede hacer filosofía.
Además el alemán que escribe Heidegger es un alemán muy personal; un alemán en el cual él introduce una enorme cantidad de variantes, de modificaciones.
Hay una selección de vocabulario muy rigurosa.
Emplea además algunos artificios que lo hacen particularmente difícil.
Por ejemplo, usa dobletes, es decir, emplea la palabra alemana, de origen alemana, pero también emplea la palabra de origen latina, con un sentido distinto.
Por ejemplo, él emplea todo el tiempo -y es el contexto capital de su filosofía- la idea de dasein. Dasein es un verbo y significa existir y naturalmente es también el substantivo "existencia", Dasein.
Y naturalmente, la palabra Dasein se traduce por existencia, es la traducción normal.
Pero entonces hay un momento en que Heidegger define Dasein y dice: "Das Wesen des Daseins liegt in seiner Existenz", si se traduce literalmente: "la esencia del Dasein consiste en su existencia", lo cual es una tautología. Yo he propuesto una traducción que por lo menos no es una tautología.
Porque como "existir" es un infinitivo y el español -y el alemán- admite el infinitivo substantivado, que se convierte en sustantivo, entonces yo traduzco: "la esencia del existir consiste en su existencia".
No es totalmente claro, pero no es una tautología.
De modo que esto es una posible traducción, que me parece mejor que la tautológica: "la esencia de la existencia es su existencia".Pero hay muchas cosas más.
Por ejemplo, en alemán, las palabras van acompañadas frecuentemente de prefijos o de sufijos, que modifican el sentido.
Por ejemplo: la palabra "preguntar" se dice en alemán "fragen"; pero hay los verbos compuestos: "anfragen", que es "preguntar a"; "befragen", que es preguntar en sentido transitivo, preguntar algo; "erfragen", preguntar en un sentido originario, algo parecido al prefijo ur, que es lo primitivo...
Naturalmente, esto en español no tiene mucho sentido porque "befragen", "erfragen", "anfragen" no distinguimos; el alemán, sí.
Hay por ejemplo sufijos, una palabra tiene una terminación que altera su sentido y, por ejemplo, la palabra Zeit, significa tiempo y zeitlich es temporal; pero también hay zeitig -otro sufijo- o zeitmässig, adecuado al tiempo...
En alemán esto se entiende, se entiende cuando está escribiendo Heidegger que le da un valor particular a estas formas; pero en español, no.
Cuando Gaos tradujo el Sein und Zeit, él inventó, forjó unos cuantos adjetivos como: temporal, temporáneo, temporaceo, temporoso...
Yo me pregunto: ¿Y esto qué quiere decir en español?
Se puede definir, se puede explicar qué entiende por temporaceo o temporoso, pero por sí mismas esas palabras no tienen significado alguno.
Como ven ustedes, las dificultades son considerables y a última hora encuentra uno una serie de expresiones que no acaban de tener un sentido determinado.
Lo cual añade dificultades muy grandes a la lectura de Heidegger en cualquier lengua.
Hay además otro problema: es la dificultad de traducir las frases más importantes de Heidegger. Hay una frase famosísima, citada mil veces, según la cual, dice Heidegger, que el hombre es sein zum Tod, lo cual se traduce invariablemente como "ser para la muerte".
Lo único es que esto no quiere decir en alemán "ser para la muerte"; porque la palabra sein, que quiere decir ciertamente "ser", quiere decir otras cosas, quiere decir "estar", los alemanes no dicen "estar" porque no tienen el verbo "estar".
Yo he dicho a veces que darían una de las pocas provincias que les han quedado por tener los verbos: ser, estar y haber, tres maravillosos verbos para hacer filosofía.
Pero, claro, ser es ser o estar. Los libros de gramática -en general- dicen que "ser" es lo esencial, lo fundamental, lo permanente, mientras que "estar" es lo pasajero, lo transitorio, lo que es un estado momentáneo...
Yo me pregunto si cuando rezamos el padrenuestro y decimos: "Padre nuestro, que estás en los cielos...", ¿queremos decir que está de veraneo?
Me parece que no, si algo es permanente es ese estar en los cielos.
Como ven ustedes, tiene un sentido radical, real, muy real.
Yo he hecho una observación empírica, sin importancia ninguna, pero es bastante iluminadora: cuando a una mujer se le dice que es muy guapa, lo agradece, pero agradece más que le digan: "estás muy guapa": al decirle que "es muy guapa" se elogia su belleza, su calidad estética; cuando uno le dice a una mujer "estás muy guapa", quiere decir "te estoy encontrando realmente muy guapa", lo cual es algo concreto, real, eficaz...
Por otra parte, la preposición zu no quiere decir "para", sino "a".
Es decir, la expresión "sein zum Tod", se podría traducir por "estar a la muerte".
¿Qué es lo que nos pasa a los hombres -y a las mujeres, evidente- no solamente cuando nos ha atropellado un camión o cuando tenemos pulmonía doble?
El hombre está a la muerte siempre, está en posibilidad de morir, está en potencia próxima de morir, está expuesto a la muerte: y esto justamente quiere decir "sein zum Tod", estar abierto a la muerte, estar en esa posibilidad próxima, real, eficaz.
Quiero decir por tanto que la traducción, que me parece incorrecta, de "sein zum Tod" como "ser para la muerte" se debe no tanto a que el traductor no sabe bien alemán, sino que no sabe bien español: es mucho más grave.
Esto naturalmente gravita sobre la comprensión de la obra de Heidegger.
Como la obra de Heidegger es muy densa, complejísima, enormemente original, ha descendido a un nivel profundísimo de intelección y de conceptuación, esto quiere decir que la intelección de Heidegger es bastante problemática y naturalmente siempre cuesta mucho esfuerzo.
Por otra parte, Heidegger formula la empresa de su filosofía, es der Sinn der Seins überhaupt, el sentido del ser en general.
Él trata de determinar lo que quiere decir "ser" y hace una distinción -que en algunas lenguas se distingue y en otras no- él distingue entre Seiendes y sein; lo que se ha dicho siempre: on/einai (en griego), ens/esse (en latín), ente -participio de presente- y ser (infinitivo).
En alemán se distingue bien; en latín y en griego se distingue bien; en las lenguas procedentes del latín también se puede adaptar perfectamente.
Es curioso porque en francés no se hacía esto: en francés se llamaba être lo mismo al ente y al verbo ser.
Y es curioso como por influjo de Heidegger, cuando se introdujo la terminología de Heidegger, hubo que inventar una palabra en francés para decir "ente": étant, que es un participio presente construido sobre el verbo être.
Y esto hoy se usa mucho y hay, por ejemplo, libros de filosofía que se llaman: L´être et les étants.
Como ven hay problemas muy delicados.
Heidegger toma enormemente en serio esto e incluso hace una distinción que me parece un poco dudosa: él distingue entre lo que él llama óntico y ontológico, distinción bastante curiosa y que nunca acaba de quedar clara.
Porque óntico es lo que les refiere a los entes, a las diferentes formas de entes; lo que se refiere al ser, es lo que él va a llamar ontológico (incluso hay un momento en que habla de lo que es óntico-ontológico...).
Vean ustedes, por tanto, como hay una gran dificultad conceptual si se quiere penetrar a fondo en el pensamiento de Heidegger.
Pero lo que tiene de más original, de más creador, es precisamente que él desciende a un nivel muy profundo, más profundo que todos los demás filósofos contemporáneos, sin duda ninguna, y entonces él distingue lo que es el problema fundamental de la filosofía: el sentido del ser en general; él trata de entender qué quiere decir la palabra ser -en general, en todos los sentidos-, pero -y ahí está el gran descubrimiento de Heidegger- el planteamiento del problema del ser depende precisamente del problema del Dasein, del problema del existir, porque justamente el nivel, diríamos, en que se plantea el problema del ser es el problema del Dasein, el problema -diríamos- de la persona.
La persona que es cada una la suya, es cada uno de nosotros, es ese ente que somos nosotros.
No es el hombre, porque si hablamos de hombre, hablamos de antropología, y aquí se habla precisamente de una estructura de la realidad misma; justamente de lo que llamamos el ser, persona.
Y esto que se plantea el problema del ser en general; el problema del ser en general se plantea precisamente al analizar el Dasein, al analizar ese gemeines, ese cada uno de nosotros, que somos nosotros y que tiene un tipo de realidad nuevo, completamente distinto, que es lo que va a llamar existencial.
La palabra "existencial" la introduce Heidegger, siguiendo en definitiva a Kierkgaard, pero en definitiva es una expresión que no es enteramente clara tampoco, porque precisamente cuando pasamos a lo óntico, a lo que no es ontológico, ya se pierde este sentido: hay ciertos resquicios de inexactitud, de imprecisión terminológica.
Evidentemente llega Heidegger a un análisis de una enorme profundidad.
Esa realidad a que llamamos Dasein, que es cada uno de nosotros, esa realidad personal es una realidad temporal, afectada por la temporalidad, condicionada por la temporalidad -no olviden ustedes el título del libro: "Ser y Tiempo"- y por tanto hay toda una serie de categorías, categorías que precisamente son las que van a dibujar la realidad en los diferentes aspectos.
Él distinguirá por ejemplo entre lo que es existente -lo que es vorhanden- y lo que es zuhanden, lo que está a mano, aquello que manejamos nosotros y está a mano.
Lo que existe, lo que está presente es vorhanden, lo que está delante, delante de la mano; pero zuhanden es aquello que está a mano.
Es decir, elabora una complejísima ontología de las diferentes realidades, desde las cosas exteriores, las cosas que integran el mundo, las cosas físicas, hasta justamente lo más profundo de la persona.
Como ven ustedes, por tanto, la comprensión del pensamiento heideggeriano es enormemente complicada, pero desciende a unos niveles muy profundos: habla de vida auténtica y de vida inauténtica; de lo que es lo cotidiano y lo que no es cotidiano; lo que él llama Zuhandenheit... y todos los demás conceptos que hay que aclarar con la lingüísitica: no es que yo tenga interés en ser pedante, es que no puedo no serlo...
Entonces, la comprensión de Heidegger ha planteado problemas gravísimos -problemas a él, sobre todo- ¿cómo se puede comunicar el pensamiento de Heidegger?, ¿cómo puede estar uno seguro de comprenderlo adecuadamente?
Recuerdo que en esta reunión en el Château de Cerisy en Normandía, él dio una breve conferencia introductoria -¿Qué es esto de la filosofía? - Was ist das - die Philosophie?- y entonces nos pidió a cuatro de los participantes -Gabriel Marcel, Paul Ricoeur, Lucien Goldmann y yo- que hiciéramos cuatro contra-conferencias, que plantearan el problema general desde nuestro punto de vista personal, señalando las coincidencias, las divergencias, las discrepancias para presentar cuatro visiones de la cuestión fundamental, planteada por él en su conferencia inicial.
Y a continuación de ello se organizaron tres seminarios: uno sobre Kant, otro sobre Hegel y otro sobre el gran poeta Hölderlin, para él era algo capital.
Y después unas reuniones, diríamos, ya de coloquio general y esto fue algo interesante: a eso he llamado la atención en un escrito que publiqué poco después: "El taller de Heidegger".
Ahí se analizaban los conceptos, se desmontaban, se buscaba, se trataba de llegar al fondo - con dificultades considerables.
Él era un hombre tímido y dijo: "yo soy muy tímido porque yo vengo de aldeanos".
Era un hombre sencillo (iba a decir que tenía "los ojos de hombre astuto", como en el verso de Machado; tenía una actitud en cierto modo recelosa, cauta, de hombre de campo...).
Él apareció vestido como todo mundo, con traje de calle, pero un día se puso una chaqueta verdosa por unas horas -vestido con esa ropa de la Selva Negra- y fue algo apasionante el ver a Heidegger analizando los conceptos, con esa simplicidad, entrando en la discusión, sin entender demasiado bien lo que se le decía si no se le decía en alemán.
Había una convención, se había dicho: Heidegger habla en alemán y los demás entre sí y a él le hablan en francés.
Se suponía que esto funcionaba; pero yo me dí cuenta de que cuando se le hablaba en francés, no entendía. No es que no entendía el francés; es que no entendía lo que se le decía en francés.
Y al cabo de unos días yo ya me cansé y le hablé en alemán y entonces sí, entendía.
Como ven ustedes, era una experiencia humana, intelectual, realmente apasionante, era el estar en el taller de Heidegger -diez días estuvimos- hablando de todo, de la poesía, de los grandes filósofos -los griegos aparecían por todas partes- fue algo imborrable y pienso que los que pasaron aquellos días en Cerisy hemos tenido una huella enorme, que no se puede olvidar nunca. Salieron las cuestiones más profundas..., la clave de comunicación, de cómo se puede comunicar ese pensamiento en otras lenguas.
Él nunca contestó claro sobre esto. Me acuerdo que Gabriel Marcel le preguntó, bastante en serio, pero él en definitiva se desentendía de la cuestión de cómo se puede expresar esa filosofía en otras lenguas: no quedó nunca claro.
Evidentemente la huella de pensamiento heideggeriano quedó en nosotros, prendió en nosotros y fue algo muy importante.
Yo creo que esta experiencia -tal como la he contado a ustedes- con su incoherencia, con sus oscuridades, con sus vacilaciones, que requerían una larga reflexión posterior, en la soledad de la casa de cada uno, con los textos de Heidegger y otros..., eso fue algo absolutamente inolvidable y dejó una huella muy fuerte.Estamos ya terminando este curso y nos queda Ortega. Ortega es otro mundo, otro estilo de la filosofía, no cabe estilo más profundamente distinto ni más profundo ni más valioso.
Los dos han tenido una estimación más profunda el uno por el otro -por supuesto, no queda ninguna duda- pero es cambiar de clima, es cambiar de país, es cambiar de luz, es cambiar de estilo intelectual.
Intentaremos hacerlo la semana próxima.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

VUELA ALTO

Después de la 2da. Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo.

Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detrás de su asiento y se dió cuenta que había una rata a bordo y que, si roía la cobertura de lona, podía destruír su frágil avión.

Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero. De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas. Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.

Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o maledicencia... ¡VUELA MÁS ALTO!.
Si te critican... ¡VUELA MÁS ALTO!.
Si te hacen alguna injusticia... ¡VUELA AUN MÁS ALTO!
ACUERDATE SIEMPRE QUE LAS RATAS NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS.

Deseo que hoy y siempre tengas el coraje de levantar vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y los pies bien fijos en el suelo.

Deseo también que cuando estés volando sepas mirar para abajo y ver que existen criaturas mucho más pequeñas que tú y cuán grande e importante eres delante de ellas; y que en esa misma proporción, también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez frente al universo y al Creador.

Autor desconocido

martes, 25 de noviembre de 2008

ATAQUE DE ANSIEDAD


El conocimiento, el saber, la razón y la lógica, aminoran las dudas, los miedos, la ansiedad y nos dan herramientas para atravesar la vida de forma más relajada y real.

Necesitamos ser valientes y pasionales para amar, llorar, gritar, defendernos, renunciar, negarnos.

Debemos desarrollar el coraje para enfrentar la vida en forma digna.
No hay que suicidarse en vida, dejándonos llevar solo por la pasión o la pulsión, sino sumar la razón.

Hay que tratar de llegar a la meta, dejando que la adrenalina corra por nuestras venas, luchando por lo que queremos, soportando los obstáculos y atravesando las sombras.

No hay logros sin constancia y no hay valentía sin esfuerzo.

En La Ética, Espinosa, dice: "Es un hombre libre, pues, una huída a tiempo revela igual firmeza que la lucha; o sea, que el hombre libre elige la huída con la misma firmeza o presencia de ánimo que el combate".

Debemos desarrollar una experiencia práctica que nos ayude a sacar las armas necesarias a fin de lograr nuestros objetivos, evaluando previamente las consecuencias.

Ser prudente no es ser cobarde.

En situaciones límites, donde la realidad objetiva no se puede ver, pues nos dejamos llevar por lo subjetivo únicamente, debemos vencer la duda o el miedo enfrentándolo, exponiéndolo, agotándolo y extinguiéndolo.

Cuando sentimos estados de ansiedad primero debemos reconocer los síntomas, que habitualmente son repetitivos, una vez que tomamos consciencia y nos damos cuenta, tenemos que aprender a manejarlos, con las armas que tenemos, la primera es reconocerlo y aceptarlo y decirnos internamente “estos son síntomas neuróticos” y no me voy a dejar vencer por ellos; debemos respirar profundo varias veces y conectarnos con recuerdos gratificantes; si tenemos gente al lado, relacionarnos con ellos y “desenfocarnos” del tema que disparó la ansiedad.

Corrernos internamente del lugar, desplazar nuestros pensamientos a otros. Así disminuiremos las probabilidades de adquirir enfermedades psicológicas relacionadas con la ansiedad, o el posible “ataque de pánico.”

Explorar, innovar, abrir nuevas puertas, crean mayor inmunidad al miedo y a la ansiedad.

El temor irracional es imposible de superar, salvo que lo hagamos racional utilizando las herramientas que vamos creando.

Debemos mirarlo y sentirlo cercanamente, no lograremos superarlo si nos distanciamos, lo negamos, no lo miramos o nos escapamos.

Hay que luchar contra los síntomas que se nos presentan, con las armas adquiridas. Si podemos solas, sino con nuestro compañero o amigos, de ser necesario con ayuda profesional

Es mejor asustar a los síntomas del miedo o de la ansiedad antes que los síntomas nos asusten a nosotras.

Por este camino o proceso iremos aprendiendo a conocernos cada vez más.

Hagamos un alto en el camino y a sonreír por un rato!

TODAVÍA

Todavía estás a tiempo de soñar,
todavía estás a tiempo de cambiar,
todavía estás a tiempo de crear,
de crecer, y de buscar.

Todavía estas a tiempo
de seguir un ideal,
de emprender un nuevo camino
de sembrar, y cosechar.

Todavía estás a tiempo de dar,
todavía estás a tiempo de madurar.
todavía estás a tiempo de perdonar
de probar y de amar.

Todavía estás a tiempo de hacer cosas realidad
alguno de tus mas preciados sueños
Toda la fuerza para que esto suceda
está en tu interior.

AVANTI !!!!

AVANTI!

Si te postran diez veces,
te levantas otras diez,
otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!

ALMAFUERTE

PREGUNTA A BUDA

CIERTA VEZ LE PREGUNTARON A BUDA, QUE ERA LO QUE LE SORPRENDÍA MAS DE LA HUMANIDAD

SU RESPUESTA FUE:

LOS HOMBRES……….QUE PIERDEN LA SALUD PARA JUNTAR DINERO Y LUEGO PIERDEN EL DINERO PARA RECUPERAR LA SALUD Y QUE POR PENSAR ANSIOSAMENTE EN EL FUTURO, OLVIDAN EL PRESENTE DE TAL FORMA QUE ACABAN POR NO VIVIR NI EL PRESENTE NI EL FUTURO. VIVEN COMO SI NUNCA FUESEN A MORIR Y MUEREN COMO SI NUNCA HUBIESEN VIVIDO………..

para pensar y tenerlo en cuenta!!!!!

lunes, 24 de noviembre de 2008

LA VIDA NO ES ALGO....


La falta de éxito no significa falta de sentido.

Lo vemos claramente cuando consideramos el propio pasado en lo que se refiere, por ejemplo a las experiencias amorosas….

..La plenitud de dolor no significó, ni mucho menos, el vacío de la vida. Por el contrario, el hombre madura en el dolor y crece en él; y estas experiencias desgraciadas le dan mucho más de lo que habrían podido darle grandes éxitos amorosos.

En general, el hombre tiende a exagerar el aspecto positivo o negativo que el tono afectivo agradable o doloroso imprime a sus experiencias.

La importancia que atribuye a este predominio suscita en él sus quejas injustificadas contra el destino.

Ya hemos dicho en cuántos sentidos puede afirmarse que el hombre “no vive para el placer”.

Ya hemos visto también cómo no es, en modo alguno, el placer lo que puede dar sentido a la vida del hombre.

Pues bien, si es así, llegaremos, lógicamente, a la conclusión de que tampoco la ausencia de placer es capaz de privar a la vida de sentido.

De nuevo nos encontramos con que el arte nos indica, mejor que nada, que son las vidas sencillas, directas y sin prejuicios las que saben ver certeramente la realidad de las cosas….

Hemos dicho que el hombre realiza en sus obras los valores creadores, en su modo de vivir los valores vivenciales y en el sufrimiento los valores de actitud ante la vida….

Hemos visto que el arrepentimiento tiene el sentido y el poder de cancelar (en lo moral) los actos exteriores en la historia interior del hombre.

El duelo, por su parte, posee el sentido y la fuerza de hacer que siga existiendo, en cierto modo, lo que ha dejado de existir.

Ambos sentimientos, el de arrepentimiento y el de duelo, corrigen, pues, en cierta medida, el pasado.

Resuelven, con ello, un problema, al contrario que el aturdimiento o la distracción: el hombre que trata de aturdirse o distraerse, cuando sufre alguna desgracia, no soluciona ninguna cuestión, no borra su desgracia, lo que borra es, simplemente, una de las consecuencias de la desgracia: el estado afectivo que produce en quien la padece.

Aquel que ante el golpe del infortunio se aturde o trata de distraerse, “no aprende nada”. Trata de huir de la realidad……

..”La vida no es algo, sino que es siempre, simplemente, la ocasión para algo”. Esta sentencia de Hebbel se confirma a la vista de la alternativa de seguir uno de dos caminos: o modelar el destino(es decir, lo originario e irremisible) en el sentido de realizar valores de creación, o –cuando esto resulte imposible- comportarse conforme a los valores de actitud, a sabiendas de que también el padecer, cuando es auténtico, padecer, representa una aportación humana….

Partes extraidas del Libro "Psicoanalisis y Existencialismo de Viktor E. Frankl -Editorial Fondo de Cultura Económica

viernes, 21 de noviembre de 2008

LIBERTAD Y VALORES

Extracciones del libro "Psicoanalisis y Existencialismo de la psicoterapia a la logoterapia" VIKTOR E. FRANKL
para leer y pensar.......


...la libertad del hombre no es una libertad de condicionamientos, sean biológicos o sociológicos; no es de ninguna manera una libertad de algo, sino libertad para algo, a saber libertad para tomar posición ante todos los acontecimientos. Y así, también el hombre sólo se manifiesta como verdadero hombre cuando alza el vuelo a la dimensión de la libertad…….

…ese sentimiento de falta de sentido que aparentemente cada vez se apodera más del hombre de hoy, y que yo denomino el vacío existencial. El hombre sufre actualmente no sólo de un empobrecimiento del instinto, sino también de una pérdida de la tradición. Los instintos ya no le dicen qué tiene que hacer, y las tradiciones, ya no le indican qué debe hacer. Pronto ya no sabrá qué quiere y comenzará a contentarse con imitar a los demás. Va a caer en el conformismo. En los Estados Unidos, los psicoanalistas ya se están quejando de que comienzan a enfrentarse a un nuevo tipo de neurosis, cuya característica más sobresaliente consiste en una paralizante falta de iniciativa.

…Kierkegaard expresó este pensamiento cuando dijo que: la puerta hacia la dicha se abre tirando hacia fuera. Quien se empeña en abrirla empujando hacia adentro, lo que hace es cerrarla...

…Pero en la vida no se trata de dar un sentido, sino de encontrar el sentido (decimos encontrar, y no inventar; porque el sentido de la vida no se puede inventar, sino que tiene que ser descubierto)…

…No existen solamente los valores realizables por medio de actos de creación. Al lado de ellos –de los que podríamos llamar valores “creadores”- hay otros que se alcanzan por medio de la vida misma, los valores “vivenciales”….

…Existe, además, a nuestro juicio, una tercera categoría de posibles valores….

Llamaremos a estos valores “valores de actitud”. Lo que importa es la actitud que el hombre adopte ante un destino irremisible. La posibilidad de llegar a realizar esta clase de valores se da, por tanto, siempre que un hombre se enfrenta con un destino que no le deja otra opción que la de enfrentarlo; lo que importa es cómo lo soporta, cómo carga con él .…

…“¿Cómo puede uno conocerse a sí mismo? Nunca por la reflexión, pero sí por medio de la acción. Intenta cumplir con tu deber, y sabrás en seguida lo que hay en ti.
¿Cuá es tu deber? Sencillamente, lo que el día reclama”.

..Si quisiéramos definir al hombre habíamos de hacerlo como un ser que va liberándose en cada caso de aquello que lo determina (como tipo biológico-psicológico-sociológico); es decir, como un ser que va trascendiendo todas estas determinaciones al superarlas o conformarlas, pero también a medida que va sometiéndose a ellas.

…Ser hombre, podríamos decir, no consiste en los hechos sino en las posibilidades.

…el hombre neurótico se cierra a sí mismo el camino hacia sus genuinas posibilidades, se interpone ante sí mismo en el camino hacia su “poder-ser”. Con lo cual deforma su vida y se sustrae a la “realidad del devenir”, en vez de ejecutarla….

…quien considere su destino como algo sellado, jamás estará en condiciones de llegar a dominarlo.

…Los defectos de la educación no deben invocarse como una disculpa, sino sencillamente corregirse mediante la autoeducación de quien los padece.

…Todo esto nos trae de nuevo al recuerdo aquella frase de Goethe que hemos citado ya y de la que, según decíamos, se deduce la mejor de las máximas para toda psicoterapia: “Si tomamos a los hombres tal y como son, solo conseguiremos que sean peores; en cambio, si los tomamos tal y como debieran ser, haremos de ellos lo que pueden llegar a ser.”

jueves, 20 de noviembre de 2008

LA PERPLEJIDAD

Extraído del libro “Hacia un saber del alma”-(1950)- María Zambrano- capítulo del ensayo que trata sobre - La “guía”, forma del pensamiento-.
María Zambrano (1904-1991). Filósofa y ensayista española. Discípula del filósofo José Ortega y Gasset.

¿Cómo se manifiesta la perplejidad y cuál es su aparición histórica? Las situaciones vitales tienen también un sentido histórico, de tal manera que la historia se podría hacer según las situaciones vitales que en cada momento predominan. Pues las situaciones vitales se producen en un individuo, pero a veces la causa más que en su ánimo singular estriba en la época que le ha tocado vivir, en la falta de soluciones que el mundo le ofrece. Y, además, existen situaciones solamente aplicables dentro de una cultura que un hombre habitante del desierto o de una cultura rudimentaria no tendría.
La perplejidad parece ser de éstas. Aparece en época avanzada de una cultura. Andar perplejo es estar entre varias alternativas sin decidirse por ninguna. ¿Por qué? Sin duda por falta de suficiente conocimiento. Es lo primero que se ocurre decir. Mas, si siempre se supiese con exactitud la secuencia de nuestras elecciones, la vida estaría tan encajada en el mudo como la del animal. Dentro de lo humano la tradición funcionando perfectamente es lo más parecido; la adecuación de una forma dada de antemano y cuya elección se funda en un conocimiento tan cierto que no ofrece margen de riesgo apenas. El conocimiento completo anularía la libertad como las férreas divisiones de castas orientales. Como también llega a eliminar el método occidental cuando se presenta con una gran incertidumbre.
La perplejidad se produce cuando el conocimiento es tal que deja margen al riesgo, cuando al elegir tenemos que arriesgarnos.
Más hay quienes arriesgan sin perplejidad o con perplejidad rápidamente vencida. El perplejo es una criatura que tienen un ancho campo para elegir y hasta cierto punto una situación privilegiada. El acuciado por la necesidad no anda perplejo. Es una situación que supone cierto lujo. Lujo de alternativas, lo cual supone una sociedad madura, y un individuo que tiene libertad para transitar por ella.

…..El perplejo tiene ideas, sabría definir perfectamente las alternativas ante las que enmudece. Conoce. Pero le falta ese último móvil que mueve a la vida, que la arrastra y saca de si. No tiene presente su personaje, no le muestra su cara.
El secreto no es falta de conocimiento sino una desgana o un temor que lo inmoviliza. No puede afrontar el riesgo de la vida, el peligro de decir sí o no.
No se trata de aclararle nada, no es claridad lo que necesita……

……La perplejidad es una debilidad del ánimo que no proviene del conocimiento sino de la relación entre el conocimiento y el resto de la vida que queda impermeable a él.
Perplejo indica más bien sobrado de conocimiento. En toda perplejidad hay deslumbramiento; se está ante un conocimiento que deslumbra y no penetra.
Conocimientos deslumbrantes y múltiples. El perplejo mira a un lado y otro, no se fija en parte alguna. Y es que los conocimientos que se le presentan son parciales, y así como nada tienen que ver entre sí, nada tienen que ver con él. Siente el perplejo que el centro de su ánimo, eso que los místicos llaman el centro del alma o el fondo del alma queda intacto; y es mas, él no lo siente. No está fuera de si para querer entrar dentro de si….. Tampoco entra en si sin necesidad de salir. Ni dentro ni fuera.

…..Visión y no sistema, porque se trata de visión de la propia vida que no pude ofrecerse en sistema. La vida tiene siempre una figura, que se ofrece en una visión, en una intuición, no en un sistema de razones.

……Más en lo que todos coinciden es en ofrecer una imagen de la vida que se rectifica a sí misma. La imagen que nos ofrece, la visión de lo que debemos ser, no aparece enfrentándose con lo que somos, sino desarrollándose en un movimiento que irresistiblemente tiende a ser seguido.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

SUJETOS

Para poder ser sujetos, debemos dejar de estar sujetos.
Quien aprenda a verse sabrá modificarse.
La relación con los otros puede existir solamente entre seres que están separados, pero no aislados.
Unidos pero no pegados.
Debemos sentirnos libres, para poder tener autonomía individual, a fin de evitar sentirnos “tragados”.
Ser auténtico solo puede ocurrir cuando los individuos están seguros de si mismos, cuando saben donde pisan.
Si el hombre no se quiere a si mismo, puede desear “perderse” en el otro.
Si sentimos dolor tratamos habitualmente de silenciarlo o nos paralizamos, si sufrimos tratamos de expresarlo, pero no debemos callarlo, pues nos enferma.
Somos seres complejos, porque somos seres pensantes.
No debemos enmascararnos para mostrar una apariencia, debemos tratar de asumir nuestra complejidad.
¿Porque abstenernos de ser quienes somos?
¿Para no sufrir?
¿Para no sentirnos defraudados, o sentir que defraudamos al otro?
Respiremos profundamente - inhalando por la nariz y exhalando por la boca varias veces - relax - y adelante con nuestra manera de ser.
Tratemos por todos los medios de mostrarnos tal cual somos.
A quien lo le guste: ¡Que se vaya.!

martes, 18 de noviembre de 2008

"LO INHUMANO"

En la revista ADN Cultura del diario “La Nación” fechada el 04-10-08 se publicó una entrevista al filósofo francés Alain Badiou.
Extraigo del reportaje las dos últimas preguntas, pues me pareció muy interesante los dos enfoques que hace de "lo inhumano".
El que desee leerlo completo deberá buscarlo en dicha revista del citado día.

-¿Qué es “lo inhumano”?
-Hoy en día se llama “hombre” a un representante individual de la especie homo sapiens considerado con su cuerpo y su cultura. Mostré en mi Ética que esta visión de las cosas es homogénea al capitalismo mundializado, porque conduce a ver en el hombre únicamente sus intereses individuales, lo que hace que no haya más que dos posiciones posibles: la del aprovechador feliz la de una víctima. Pero el hombre se define más bien, y sobre todo, por su capacidad para desplegarse más allá de los límites individuales, o animales, y para crear lo universal, pensamientos y realidades que valen para todos. Para hacerlo, se incorpora a procesos que no son “humanos” por si mismos, que participan de una suerte de eternidad. Digamos, entonces, que lo inhumano es en el hombre esa parte que permite decir que la humanidad verdadera sobrepasa al animal humano, biológico o “cultural”. No hacemos aquí sino reafirmar que, por cierto, no hay más que individuos y culturas, salvo que hay verdades. “Verdades” es el nombre de la capacidad del humano para definirse por un devenir inhumano, en el sentido de aquello que está más allá de la humanidad inmediata del animal humano. A aquello que es “inhumano” en tanto “más acá” de lo humano, lo llamaremos más bien bestialidad, canallada o infamia.
Más allá de la humanidad inmediata del animal humano, mas allá de la finitud…

- ¿Qué es “vivir en Inmortal”?
- Es vivir en el elemento de una verdad, incorporarse a un proceso creador, ya sea amorosos, político, artístico científico. Declarar un amor y recibir su confirmación del Otro, participar con entusiasmo en una manifestación decisiva, contemplar un cuadro, comprender un teorema. Son esos los momentos en que, para hablar como Spinoza, “experimentamos que somos eternos”. La vida es, entonces, una vida más fuerte que la vida.

EL SENTIDO DE LA VIDA ES CRUZAR FRONTERAS


Cada vez se crean mas fronteras internas y externas, las murallas que se construyen para separarnos tienen que ser destruidas por el arma del pensamiento y no de la guerra o de la violencia en si.
Este artículo, abre esa posibilidad, a mi entender y quiero compartirlo con ustedes.

EL SENTIDO DE LA VIDA ES CRUZAR FRONTERAS”
RYSZARD KAPUSCINSKI
Escritor y periodista
Diario EL PAIS 23-04-06

......Uno de los grandes viajeros del último medio siglo, comenzó su carrera con ambiciones más bien modestas: sólo quería cruzar una frontera; cruzar y regresar en seguida; cruzar para saber qué se sentía al hacerlo. Nacido polaco en Pinsk (hoy Bielorrusia), Ryszard es un producto, una víctima más, del diabólico juego de fronteras del final de la Segunda Guerra Mundial. Al poco tiempo de emplearse como reportero en el diario polaco Sztandar Mlodych, en 1955, le dijo a Irena Tarlowska, su redactora jefa: “Quiero cruzar la frontera”. Se refería a la de Checoslovaquia, pero un año después ella le envió a India regalándole para ese viaje el libro Historia de Heródoto. Desde entonces, Kapuscinski se mueve por el mundo acompañado del griego de Halicarnaso, con un ejemplar manoseado, subrayado y repleto de anotaciones, en busca del Otro. Su gran obsesión el motor de su vida y su trabajo.
“Nunca ha sido sencillo cruzar una frontera”, asegura sentado en una silla, donde su cadera se queja menos que hundida en el sofá. “A menudo cruzarla resulta peligroso, es algo que puede costar la vida; es la barrera entre la vida y la muerte. En Berlín hay un cementerio con la gente que no lo logró. Las fronteras se guardan con armas y en ellas se exigen documentos para pasar al otro lado. En la guerra fría, a las nuestras las llamaban telón de acero y más que países separaban mundos opuestos. El Mediterráneo es ahora una gran frontera en la que muchos mueren ahogados al intentar pasar de África a Europa. También sucede con los latinoamericanos entre México y EEUU. Personas que están dispuestas a morir en el mar o en el desierto porque buscan algo”.
Kapuscinski sostiene que éstas no son las únicas fronteras (o murallas como apunta en Viajes con Heródoto al describir China). Hay otras barreras que también es necesario saltar; la de la cultura, la del idioma, la del amor…”Mi vida ha sido un cruzar constante de fronteras, tanto físicas como metafísicas. Ése es para mi el verdadero sentido de la vida”. Defiende el abandono del cubículo de la seguridad, del terruño, del árbol que da sombra, para ir en busca de las respuestas, del Quién, como hizo Heródoto hace 2.500 años. Hay que aventurarse en lo desconocido, dejarse guiar por la “magia de viajar” que “actúa como una droga” y en la que el “camino es el tesoro”, escribe el reportero polaco en Viajes.

LA PRIMERA VEZ
En su caso la primera vez que cruzó una frontera lo hizo del este al Oeste, la más brutal, en la que el mero hecho de pasar de un lado a otro representaba una gran emoción, un desafío. En este libro escrito de la mano de Heródoto, Ryszard cuenta que al llegar a Roma en los años cincuenta, de camino a India, unos amigos le ayudaron a comprar un traje italiano para que pudiera desembarazarse de su anticuada indumentaria del telón de acero. Pese a la nueva máscara, Kapuscinski notó que nada había cambiado; todos lo miraban como a un extraño porque su otredad estaba en su forma de caminar, de mover las manos, de mirar. “Recuerdo que en 1994, más de cuatro años después de la caída del muro de Berlín, vi a unos alemanes del Este pasear por las calles del Oeste. Se sabía de dónde venían por su inseguridad. Parecían turistas en su propia ciudad”.

PERMANENTE BÚSQUEDA
La obra periodística y literaria de Kapuscinski, su vida, son la permanente búsqueda del Otro para la mejor divulgación entre los suyos, entre sus lectores, de sus costumbres y pensamientos, porque es el desconocimiento donde se cultivan los virus del odio y de la guerra. El gran descubrimiento del hombre, asegura a menudo Kapuscinski, no fue la rueda si no ese Otro, cuando la primera tribu-familia de 150 miembros que vivía entre los dos ríos en Mesopotamia se topó con otra tribu-familia y ambos se dieron cuenta de que no estaban solos. ¿Qué hacer ante ese hallazgo?, se pregunta. Tres reacciones son la constante en la historia: ignorarlo, entablar contacto (comercio) o guerrear.
“El problema no es el miedo” dice, “sino la creación de ese miedo a lo desconocido, que es anterior. Cuando un niño se cruza con un desconocido puede reaccionar con temor, si ha sido inducido a ello, y correr a esconderse detrás de la falda de su madre. Pero también puede acercarse despreocupado l desconocido porque ve en él una oportunidad de juego. Se trata de la respuesta natural. Es la educación y la cultura las que nos van separando”.
En Viajes, Kapuscinski explica el origen de la hospitalidad, una de las improntas de la civilización griega – acoger al desconocido, darle cobijo y alimento- . Una tradición que se conserva en muchos lugares de África en los que el que nada tienen comparte todo con el extranjero. “Esta costumbre se basa en la creencia griega de que el visitante podía ser un hombre o un dios disfrazado. Esa acogida llevaba pareja una responsabilidad: la seguridad del invitado. Ya nadie conoce de dónde procede esta costumbre ancestral que entiende el encuentro con otra persona como un acontecimiento, como una oportunidad y una fiesta. Nunca como un problema.
Esto no se da en la cultura occidental del siglo XXI, que no padece la escasez, las pandemias y enfermedades, ni el hambre del Tercer Mundo. En esta cultura opulenta todo está basado en el individualismo, en un egocentrismo radical en el que el yo es más importante que el grupo. Es una sociedad en la que el Otro ha dejado de interesar: sólo existo Yo y mis problemas.
“Cuando había pocos seres humanos en el planeta, los peligros eran numerosos y las herramientas escasas para hacer frente a los animales salvajes y a la naturaleza, primaba la tribu, el grupo, porque fuera de él era imposible la supervivencia”, dice Kapuscinski. “Al desarrollar la tecnología para luchar contra esos peligros, con la llegada del progreso, surge el individuo. Ya no es necesaria la pertenencia al grupo para sobrevivir, para garantizar la continuidad de la especie. La noción del individuo que está por encima de la tribu es muy reciente”.
…….El maestro, como lo llamó Gabriel García Márquez, se queja de que los medios de comunicación actuales estén inundando de noticias aisladas, casi suspendidas, sin explicación alguna, y que el reportaje esté siendo expulsado de los principales periódicos. “Heródoto era un hombre curiosos que se ha muchas preguntas y por eso viajó por el mundo de su época en busca de respuestas. Siempre creí que los reporteros éramos los buscadores de contextos, de las causas que explican lo que sucede. Quizás por eso los periódicos son ahora tan aburridos y están perdiendo ventas en todo el mundo.
…….Este género se está trasladando a los libros, porque ya no cabe en los periódicos, tan interesados en las pequeñas noticias sin contexto”.
“Cuando vemos imágenes de las pateras, con 20 ò 40 personas en su interior, empezamos a hablar de inmigración, y los políticos proponen medidas para combatirla o regularla. Un día leemos una noticia sobre la llegada a Italia de un barco con kurdos; otro, el hallazgo de asiáticos encerrados en un camión en Inglaterra; otro, de africanos saltando la valla de melilla…Pero se trata de pequeñas noticias separadas que no explican nada. Se nos presentan fuera de contexto porque el verdadero contexto es la miseria”.
“Cuando existía el telón de acero estábamos asilados. Apenas conocíamos algo del otro lado. Todo nos llegaba distorsionado. No sabíamos siquiera si vivíamos bien o mal porque no había nada distinto con lo que nos pudiéramos comparar. La diferencia hoy es que la televisión por satélite ha llevado las imágenes de nuestras vidas a los rincones de África, y esas imágenes son las que han permitido a los africanos tomar conciencia de su verdadera situación, de su pobreza extrema. Cuando se declararon las independencias de India y Pakistán – y después las de la mayoría de los países africanos-, se produjo una gran euforia, una esperanza de que la misma independencia era la solución a los problemas. Se creó el Movimiento de los No Alineados para confrontar a Occidente, pero 20 años después, en 1972, tuvieron que admitir su fracaso, que el mundo desarrollado no estaba dispuesto a atender sus aspiraciones. Ahora, la táctica es otra. Ya no se trata de buscar la confrontación, esta vez el objetivo es intentar la penetración. No es una acción organizada, sólo el débil que busca igualdad, cruzando el mar y los desiertos, jugándose la existencia, para saltar la nueva frontera que separa la muerte segura de la posibilidad de vida. Y los periodistas no estamos informando del contexto, de que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Occidente ha creado unas condiciones de desigualdad tales que la única salida de los pobres es jugarse todo para alcanzar ese mundo donde están acumulados los bienes y el bienestar, y es muy hipócrita decirles que ahora ya no pueden cruzar. Es un problema que tiene una solución muy difícil”.
En Viajes con Heródoto, Kapuscinski describe cómo hace 2500 años ya existía una lucha entre Occidente y Oriente, los dos grandes modelos de la época, la democrática Grecia frente a la dictadura persa, y que la primacía de la primera, de Europa, durante los siglos siguientes se libró en las Termópilas y en las aguas de Salamina, con la derrota de Jerjes, el rey de reyes persa. El reportero polaco, el maestro para garcía Márquez, se niega a aceptar que exista hoy una reedición de esa vieja confrontación con la guerra contra el terrorismo internacional que libra el presidente de EE UU, Bush.
“Oriente no es sólo el mundo islámico. Oriente es, sobre todo, China y es India también. Oriente es el confucionismo, el budismo, el taoísmo…El Islam sería el tercer elemento. Centrar toda la atención en ese mundo islámico, intentar crear un problema con él, es un grave error y una manipulación”.
En el libro Kapuscinski cuenta que cuando estuvo en Argelia, en la época del golpe de Estado contra Ahmed Ben Bella, le explicaron que había dos Islam , el del río, como denominaban al costero – más permeable a las influencias como toda frontera y, por lo tanto moderado y afable con el Otro-, y el del desierto: severo e impenetrable. “No se puede hablar de una religión monolítica, de un todo homogéneo, pues nada tienen que ver, por ejemplo, el Islam bantú africano, en el que no existe el concepto del terrorismo, con el que profesa en Oriente Próximo. El Islam se ha ido enriqueciendo y de alguna manera modificando, durante su expansión al entrar en contacto con una gran variedad de culturas autóctonas”.
…………

EL TENER y no EL SER

La idea rectora de esta sociedad en la cual estamos insertos es EL TENER y no EL SER.

Cuando hablamos actualmente decimos: Tengo frío. Tengo sueño. Tengo que hablarle a un amigo que hace mucho no le hablo. Tengo gripe. Tengo dolor de cabeza. Tengo depresión. Tengo una alegría.
Y así nos expresamos siempre con el tener.
Estaríamos mas conectados con nuestro cuerpo si decimos: Siento frío. Siento calor. Siento las ganas de hablarle a un amigo, al cual hace mucho no veo. Siento mi cuerpo cansado o con dolores. Me siento alegre o deprimido.

¿Por qué no hacemos pasar nuestras sensaciones por el sentimiento y las pasamos por la suma de posesiones?
No queremos contradicciones.
Tenemos miedo a las contradicciones.
Nos ponen en duda.
Es más fácil catalogar las emociones y usarlas o descartarlas, que pensar en ellas y sentir muchas veces que podemos amar y odiar al mismo tiempo, o permitirnos la tristeza y la consecuencia de llorar, sin que eso signifique un desastre en mi vida.

Si no se pone nada en duda, si todo DEBE SER como nos han educado en esta cultura, sin sentir o permitirnos sentir contradicciones, las experiencias en la vida no tienen sentido.
Podemos y es más debemos tener contradicciones o ambivalencias.
Ellas nos permiten, primero sentir, luego pensar y posteriormente actuar y elegir.

Debemos incluir y no excluir nuestros pensamientos y sentimientos.
¿Porqué tanto miedo?
La respuesta tal vez sea: Porque nos salimos de nuestra función social.
¿Porque si sentimos miedo, dudas o contradicciones nos estamos saliendo de la función para la cual fuimos educados?
Si uno quiere ser un individuo debe procesar y madurar sus propios sentimientos y emociones.

Se nos enseña- desde que nacemos - que somos seres únicos pero luego se nos educa como si fuéramos todos iguales dentro del nivel social o la función social que se nos demande.
Actuamos solo con lo consciente, con la forma en que nos conscientizaron nuestros padres, familia, entorno social y Gobierno.
Funcionamos no vivimos.
Actuamos no elegimos.
Las experiencias que no podemos asimilar, las mandamos al inconsciente y allí quedan.

Está muy de moda decir, cuando se hace algo diferente : ES UN INCONSCIENTE en forma despectiva.Por lo cual la palabra inconsciente ya suena peyorativa.
Por tal motivo ¿Cómo nos vamos a meter con algo inconsciente?
Mejor taparlo y dejarlo en el tacho de basura.
Pero la basura se junta, crece, fermenta y luego se pudre y aparte de dar mal olor nos hace mal tener dentro de nuestro cuerpo algo o mucho podrido.
La forma para que no llegue a pudrirse es sacarla.
Muchas veces se escucha decir a las personas: ESTOY PODRIDO de esto o aquello.
¿Y?.
Ese es el momento de tomar conciencia de lo que tenemos dentro nuestro: Algo que nos pudre.
Ese es el momento de procesar lo que sentimos y decidir limpiarlo.Lo consciente se conoce, lo inconsciente se desconoce.

Si ampliamos lo consciente, trayendo lo inconsciente a la consciencia nos conoceremos mas.
La conciencia representa al hombre social.
El inconsciente representa al individuo total.
El intelecto de una persona debe estar acompañado de lo afectivo.
Mas vale una vida bien vivida, que una vida malograda.

lunes, 17 de noviembre de 2008

ENCUENTROS ÚNICOS

Toda relación con nosotras mismas o con los otros pueden producir ENCUENTROS ÚNICOS.

Aquellos que son irremplazables y nos dejan en un estado muy especial.
Esos encuentros pueden alejarnos, acercarnos, darnos aire, dejarnos sin aire, humillarnos o prestigiarnos, vaciarnos o hacernos sentir plenas.
¡Luego nada es igual!

Para poder “encontrarnos” o encontrar al otro, debemos estar abiertas a nuevas experiencias internas y externas, por lo cual no tenemos que estar ENCERRADAS POR FUERA, NI CERRADAS POR DENTRO.

“Una vida sin examen, no es una vida.”

A veces sentimos que la única forma de sobrevivir es escondiendo nuestros sentimientos, a fin de que no nos vuelvan a herir, incluso nos engañamos a nosotras mismas, diciendo ¡No pasó nada! ¡Esto no me dolió! ¡Sufrí cosas peores!
Son escudos que nos ponemos, creyendo que ellos nos permitirán evadir el dolor.

Es necesario sacar la creatividad que esta escondida en nosotras, sin importar el aspecto particular que ella tome.
Permitirnos estar abiertas a lo que queremos expresar.
Poner toda nuestra energía en lo que deseamos.
Relajarnos precisamente donde estamos y estar dispuesto a que suceda lo que buscamos.

Simplemente saber que hoy es el momento apropiado.

Hay que encontrar la salida que nos cure, que nos haga sentir que nuevamente estamos viviendo, debemos liberar las tensiones y el stress que acumulamos, sacudir las malas energías que nos paralizan y permitirnos ese ENCUENTRO ÚNICO, deseando que de ellos se produzcan muchos mas!!!

LA VANIDAD

…..El sentido real de la vida se resume en la EVOLUCIÓN.
El hombre se distingue del animal por la función consciente cuya forma mas evolucionada es el espíritu.
Todo sufrimiento tiene su causa en el deseo insatisfecho: se define como un contraste entre el deseo y la realidad.
El sentido de la vida es una forma de la realidad: es la realidad ideal, la verdad
Si ésta no puede ser alcanzada, entonces el hombre no puede situarse en armonía con el sentido de la vida mas que por mediación del deseo espiritualizado (idea) y del deseo sublimado (ideal).
El deseo es el fenómeno central de la vida.
La vida se resume y se consume en el esfuerzo incesante de la transformación energética de los deseos.

…..Cree bastarse a si mismo, pero no lo consigue a pesar de todas sus invenciones. Las mismas invenciones se vuelven contra el hombre que ha perdido la dirección evolutiva. En vano intenta éste reemplazar el sentido de la vida por el progreso. La vida tiene fuentes de insuficiencia y de sufrimiento demasiado profundas, demasiado trágicas, demasiado misteriosa, como para que el progreso pueda descartarlas.
El misterio de la vida incluye el misterio de la muerte.

…..Según la sabiduría común a todos los mitos y a todos los pueblos, esa activación contemplativa es el poder supremo que conduce a la plenitud, ya que es la única que permite vivir el mundo sin que constituya un obstáculo.

…Sólo el júbilo que resulta de la realización esencial logra disolver, sublimar el temor ante la muerte.
De nada sirve rechazar ese temor, en vez de disolverlo subliminalmente, ya que es precisamente ese rechazo del temor a la muerte lo que se convierte en causa oculta de la exaltación destructiva de los deseos insensatos….

…..El peligro monstruoso del que hablan los mitos, es el estancamiento involutivo. El monstruo, simbólicamente representado como amenaza exterior, es en verdad el peligro esencial que reside en la psique: la imaginación exaltada respecto de si mismo: la vanidad. Que incita a creerse la realización perfecta del sentido evolutivo.
La vanidad es la deformación del espíritu por excelencia. Es lo contrario de la lucidez: la ceguera respecto de las propias faltas. El sentimiento de culpabilidad que se liga a cada falta –en la medida en que no es rechazado vanidosamente- es una expresión de lucidez: la llamada del espíritu convertido en acusador, la alerta contra un atascamiento de la gozosa armonía.
La vanidad, la incapacidad de soportar las advertencias, transforma el sentimiento de culpabilidad en culpa real e incontrolable.
Es el desvarío definitivo que presagia las acciones insensatas, la reaparición obsesiva, alucinante y delirante del afecto ya no en evolución sino malsanamente contenido. (rechazado).
El estancamiento vanidoso es la medida exacta del esfuerzo evolutivo que el hombre debería haber realizado y en cuya realización ha fracasado, sus consecuencias destructivas son la exacta medida de la culpa del hombre respecto de la vida.
Vanidad y culpabilidad exaltada son los dos polos ambivalentes de una sola y misma deformación enfermiza del espíritu: el estancamiento de la fuerza evolutiva, su insuficiente expansión en pulsión espiritual.
La perversión sobre la cual los mitos insisten con mas frecuencia es la deformación malsana del espíritu y su signo refulgente: la vanidad culpable, la culpabilidad vanidosa.

Extracción de un fragmento de los pensamientos de Paul Diel en el libro “El simbolismo en la mitología griega”.
Libro que recomiendo, pues en base a los mitos más importantes o más conocidos actualmente, nos muestra como continúan esos símbolos funcionando en nuestro ser y hacer.

¿MEJOR SER AMADO O SER TEMIDO?

Nos preguntamos muchas veces, frente a ciertas circunstancias de vida si es mejor ser amado o ser temido.
Muchos opinan que si hay que elegir, es mejor que te elijan por el temor y no por el amor.

Se puede decir que los individuos mantenemos por cuestiones de seguridad o frente al miedo, una actitud de falsedad, nos comportamos cobardemente ante el peligro, pues necesitamos sacar beneficios, como avanzar bien en el trabajo, sentirse querida, tener muchos amigos, sentirse socialmente incluida etc.

Los afectos se adquieren pagando un precio siempre, en algunos casos ese precio se paga con la grandeza y nobleza del alma y otras veces se paga con el cuerpo solamente.
En esta última es cuando no podemos contar con el amor y en los momentos que necesitamos del otro, no está disponible.

El amor se basa en un vínculo de obligaciones del alma y es mas fácil de romper que las relaciones que se generan por temor, ya que éste se basa en un “miedo al castigo” que nunca nos abandona.

Sin darnos cuenta que el propio castigo es peor que el que pueda infringirnos el otro.

Al final nos quedamos con un cuerpo desgasto por el uso y un alma sin entregar por temor.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Simone de Beauvoir


Extraido del libro "Memorias de una joven formal"

(para saber que las luchas internas y externas que tenemos, pueden ser similares a las de Simone y buscar el camino de uno mismo es posible).


...era la libertad y era el placer.

La triste esclavitud de los adultos me asustaba; nada imprevisto les ocurría; soportaban entre suspiros una existencia donde todo estaba decidido de antemano sin que nunca nadie decidiera nada.

“Estoy sola. Uno siempre está solo. Siempre estaré sola”. Encuentro ese leimotiv de un extremo al otro del cuaderno. Nunca había pensado eso. “Soy otra”, me decía a veces con orgullo; pero veía en mis diferencias la prueba de una superioridad que algún día todo el mundo reconocería.

No tenía nada de una rebelde: quería ser alguien, hacer algo, perseguir sin fin la ascensión comenzada desde mi nacimiento; necesitaba por lo tanto arrancarme de los viejos surcos, de las rutinas; pero creía posible superar la mediocridad burguesa sin apartarme de la burguesía. Suponía que su devoción por los valores universales era sincera; me creía autorizada a liquidar tradiciones, costumbres, prejuicios, todos los particularismos, en provecho de la razón, el bien. De lo bello, del progreso.

Si acertaba una vida, una obra que hiciera honor a la humanidad, me felicitarían por haber pisoteado el conformismo, me aceptarían, me admirarían.

Descubrí brutalmente que me había equivocado; lejos de admirarme, no me aceptaban, en vez de tejerme coronas, me repudiaban.

La angustia me invadió, porque comprendí que repudiaban en mi, mas que a mi actitud actual, el porvenir hacia el cual me dirigía: ese ostracismo no tendría fin.

No imaginaba que existieran medios diferentes al mío; algunos individuos, aquí o allá, emergían de la masa; pero yo no tenía ninguna posibilidad de encontrar a algunos de ellos; aun si me hacía uno o dos amigos, no me consolarían del exilio de que ya sufría; siempre había sido muy mimada, rodeada, estimada, me gustaba que me quisieran ; la severidad de mi destino me asustó.

Me fui anunciada por mi padre; yo había contado con su apoyo, su simpatía, su aprobación: me decepcionó profundamente que me lo negara.

Había mucha distancia entre mis miras ambiciosas y su escepticismo triste; su moral exigía el respeto de las instituciones en cuanto a los individuos, no tenían nada que hacer sobre la tierra salvo evitar los disgustos y gozar lo mas posible de la existencia…

…Nadie me admitía tal cual era, nadie me quería: yo me querré lo bastante, decidí, para compensar ese abandono.

Antes me convenía a mi misma, pero me ocupaba poco de conocerme; en adelante pretendí desdoblarme, mirarme, me espiaba; en mi Diario dialogaba conmigo misma.

Entré en un mundo cuya novedad me aturdió.

Aprendí lo que separa el desamparo de la melancolía y la sequedad de la serenidad; conocí las vacilaciones del corazón, sus delirios, el esplendor de los grandes renunciamientos y los murmullos subterráneos de la esperanza…….

...Cuando mi madre me hacía un pregunta yo tenía siempre la impresión de que estaba mirando por el ojo de la cerradura. El solo hecho de que reivindicara derechos sobre mi me congelaba.

Me guardaba rencor por ese fracaso y se esforzaba por vencer mis resistencias desplegando una solicitud que las exasperaba, “Simone preferiría desnudarse antes que decir lo que tiene dentro de la cabeza”, decía en tono enojado.

En efecto: callaba obstinadamente.

Hasta con mi padre renuncié a discutir; no tenía la menor posibilidad de influir en sus opiniones, mis argumentos se estrellaban contra una pared: una vez por todas, y tan radicalmente como mi madre, él estaba contra mí, ya ni siquiera trataba de convencerme, sino únicamente de pescarme in fraganti.

Las conversaciones mas inocentes encerraban trampas; mis padres traducían mis palabras a su idioma y me imputaban ideas que no tenían nada en común a las mías.

Siempre me había debatido contra la opresión del lenguaje; ahora me repetía la frase de Barrès: “¿Por qué las palabras, esa precisión brutal que maltrata nuestras complicaciones?”. En cuanto abría la boca, les daba donde asirse, y me encerraban de nuevo en ese mundo del que había tardado años en evadirme, donde cada cosa tiene sin equívoco su nombre, su lugar, su función, donde el odio y el amor, el mal y el bien son tan identificables como el negro y el blanco, donde de antemano todo está fichado, catalogado, conocido, comprendido e irremediablemente juzgado, ese mundo de artistas cortantes, bañado de una implacable luz, que la sombra de una duda no roza jamás.

Yo prefería guardar silencio. Pero mis padres no lo admitían y me tachaban de ingrata. Tenía el corazón mucho menos seco de lo que suponía mi padre y me afligía.

De noche en la cama lloraba, hasta llegué a echarme a llorar ante ellos; se ofuscaron y me reprocharon aun mas mi ingratitud.

Entreví una solución; responder en forma tranquilizadora, mentir; me costaba resignarme: me parecía traicionarme a mi misma. Decidí “decir la verdad, pero brutalmente, sin comentarios”: Así evitaría a la vez disfrazar mi pensamiento y exponerlo.

No era muy hábil porque escandalizaba a mis padres sin calmar su curiosidad. En verdad no existía solución, estaba atrapada; mis padres no podía soportar ni lo que yo tenía que decirles ni el mutismo; cuando me arriesgaba a darles alguna explicación, los aterraba.

“Estás al margen de la vida, la vida no es tan complicada”, decía mi madre. Pero si me replegaba en mi misma, mi padre se lamentaba: Yo me disecaba, era solo un cerebro.

Hablaban de mandarme al extranjero, pedían consejos a todo el mundo, enloquecían.

Yo intentaba blindarme, me exhortaba a no temer la crítica, el ridículo ni los malos entendidos; poco importaba la opinión que tenían de mi, ni que estuviera o no fundada.

Cuando alcanzaba esa indiferencia podía reír sin ganas y aprobar todo lo que decían. Pero entonces me sentía radicalmente separada de los demás; miraba en el espejo a aquella que sus ojos veían: no era yo; yo estaba ausente, ausente de todos lados; ¿Dónde encontrarme? Me perdía. “Vivir es mentir”, me decía abrumada; en principio no tenía nada contra la mentira, pero en la práctica era extenuador fabricarse máscaras sin cesar. A veces pensé que iban a faltarme fuerzas y que me resignaría a volver a ser como los demás.

...Aprendí leyendo los primeros libros de Barrès que “el hombre libre” suscita fatalmente el odio de los “bárvaros” y que su primer deber es enfrentarse a ellos. No sufría una oscura desgracia sino que luchaba por la buena causa.

…Me puse a hacer proyectos de felicidad. Si había renunciado a la dicha era porque creía que me sería negada; pero en cuanto me pareció posible, empecé a desearla.

….continuaré………


sábado, 8 de noviembre de 2008

KEN WILBER (extracto del libro "la Conciencia sin fronteras")


SUFRIMIENTO???

El momento de descenso y descubrimiento empieza en cuanto uno se siente conscientemente insatisfecho con la vida.

Al contrario de lo que opinan la mayoría de los profesionales, esta torturante insatisfacción con la vida no es un signo de “enfermedad mental”, ni un indicio de inadaptación social, ni un trastorno del carácter.

Esta infelicidad básica ante la vida, oculta el embrión de una inteligencia en desarrollo, especial, generalmente sepultada bajo el peso inmenso de las farsas sociales.
Cuando una persona comienza a experimentar el sufrimiento de la vida, empieza al mismo tiempo a tener conciencia de realidades mas profundas. Y mas válidas, pues el sufrimiento destruye la complacencia de nuestras ficciones habituales acerca de la realidad y nos obliga a despertar en un sentido especial: a ver con cuidado, a sentir con profundidad, a establecer contacto con nosotros mismos y con nuestro mundo, y hacerlo de manera que hasta entonces habíamos evitado.
Se ha dicho, y creo que ciertamente es así, que el sufrimiento es la primera gracia. En cierto modo, cuando uno sufre casi debería regocijarse, pues el sufrimiento señala el principio de la intuición creativa.
Pero sólo en cierto modo. Algunas personas se apegan a su sufrimiento como una madre a su hijo, cargándolo como un peso que no se atreve a dejarlo en el suelo.
No se enfrentan al sufrimiento de una manera reflexiva, racional, sino que mas bien se aferran a él, secretamente extasiadas con los espasmos del martirio.
No hay que negar la conveniencia del sufrimiento, evitarlo no despreciarlo; pero tampoco hay que glorificarlo, dramatizarlo o aferrarse a él.
La aparición del sufrimiento no es un bien, pero si una buena señal, indicación de que uno comienza a darse cuenta de que vivir fuera de la consciencia de unidad es en última instancia dolorosa, perturbadora y triste………...

El sufrimiento es, entonces el primer paso hacia el reconocimiento de las falsas demarcaciones y si se entiende correctamente, es liberador………

Debemos interpretar bien el sufrimiento para poder penetrar en él, vivirlo y trascenderlo al fin. Una mala comprensión hace que nos atasquemos en mitad del sufrimiento, nos revolquemos en él, sin saber que mas podemos hacer.
A lo largo de la historia de la humanidad, muchos chamanes, sacerdotes, sabios, místicos, santos, psicólogos y psiquiatras han intentado señalar las mejores maneras de vivir correctamente el sufrimiento para poder trascenderlo………..

Para poder dejar de ser un ser “doliente” y trascender a un ser “sufriente” hay que:

Reconocer el dolor
Entender el dolor.
Comprender el dolor
Aceptar el dolor
Y
Asumir el dolor.

De esta manera lo elaboramos y nos podemos "expandir " para tener mejor calidad de vida.
Sobre el tema del sufrimiento recomiendo también el libro "El Enigma del Sufrimiento" autor: Santiago Kovadloff .