sábado, 31 de mayo de 2014

En la actualidad el ERROR y el PODER han perdido su equilibrio!

lunes, 26 de mayo de 2014

Traficantes de plagas

...No en vanoWilhelm Reich acuño la expresión Traficantes de Plagas, para referirse a los políticos por que  estos mienten sobre nuestras posibilidades reales y no dudan en embarcar a la humanidad en sueños inalcanzables y requerir de el, si llega el caso, hasta el holocausto colectivo...

...Reich se pregunta por que suelen ignorarse con tanta frecuencia los nombres de los verdaderos benefactores de la humanidad cuando hasta los mismos niños conocen el nombre de los líderes de la plaga política...

Extraído del libro Encuentro con la sombra . Capítulo La dinámica fundamental de la maldad en el ser humano. Ernest Becker.

CUANDO LAS CABEZAS DE LAS MUJERES SE JUNTAN

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego”
Autora: Simone Seija Paseyro Uruguaya – 45 años
Espero que la autora entienda que lo publico informando quien es la autora , con el único fin de difundirlo, agradeciendo su relato que tan útil nos es! Gracias  



Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos.

Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan.

Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal. Valientes, reidoras y con labia.

Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando.

Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.

Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.

Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un examen, o para cerrar una noche de cine.

Las de “veníte el sábado” porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse.

Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana.

A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.

El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada…y sin embargo…detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos. Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar. Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no.

Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir.

Bailamos con un hombre, pero la danza más lograda la hicimos para nuestros hijos al enseñarles a caminar. Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras.

Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos.

Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.

Entonces…los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada.

La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.

Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.

Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.

Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos.

Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego” que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida. Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón.

domingo, 4 de mayo de 2014

DOMINAR

La naturaleza está hecha para ser contemplada o lo que estamos tratando de hacer es DOMINARLA?
Bien sabemos por historia que el dominio de algo o alguien no es la mejor forma de obtener una buena devolución .
Volvemos a las fuentes, a lo sencillo, a los que nos hace querer , amar y desear y no odiar u obligar.
Siento que ello nos será más saludable en todo sentido
Buena semana y a contemplar aunque sea un ratito la naturaleza del ser y del saber