En la revista ADN Cultura del diario “La Nación” fechada el 04-10-08 se publicó una entrevista al filósofo francés Alain Badiou.
Extraigo del reportaje las dos últimas preguntas, pues me pareció muy interesante los dos enfoques que hace de "lo inhumano".
El que desee leerlo completo deberá buscarlo en dicha revista del citado día.
-¿Qué es “lo inhumano”?
-Hoy en día se llama “hombre” a un representante individual de la especie homo sapiens considerado con su cuerpo y su cultura. Mostré en mi Ética que esta visión de las cosas es homogénea al capitalismo mundializado, porque conduce a ver en el hombre únicamente sus intereses individuales, lo que hace que no haya más que dos posiciones posibles: la del aprovechador feliz la de una víctima. Pero el hombre se define más bien, y sobre todo, por su capacidad para desplegarse más allá de los límites individuales, o animales, y para crear lo universal, pensamientos y realidades que valen para todos. Para hacerlo, se incorpora a procesos que no son “humanos” por si mismos, que participan de una suerte de eternidad. Digamos, entonces, que lo inhumano es en el hombre esa parte que permite decir que la humanidad verdadera sobrepasa al animal humano, biológico o “cultural”. No hacemos aquí sino reafirmar que, por cierto, no hay más que individuos y culturas, salvo que hay verdades. “Verdades” es el nombre de la capacidad del humano para definirse por un devenir inhumano, en el sentido de aquello que está más allá de la humanidad inmediata del animal humano. A aquello que es “inhumano” en tanto “más acá” de lo humano, lo llamaremos más bien bestialidad, canallada o infamia.
Más allá de la humanidad inmediata del animal humano, mas allá de la finitud…
- ¿Qué es “vivir en Inmortal”?
- Es vivir en el elemento de una verdad, incorporarse a un proceso creador, ya sea amorosos, político, artístico científico. Declarar un amor y recibir su confirmación del Otro, participar con entusiasmo en una manifestación decisiva, contemplar un cuadro, comprender un teorema. Son esos los momentos en que, para hablar como Spinoza, “experimentamos que somos eternos”. La vida es, entonces, una vida más fuerte que la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario