ESQUEMA DE SALOMÉ (Extraido del 2ª tomo de Obras completas de Ortega y Gasset)
Existe pues, una armonía preestablecida entre hombres y mujeres; para ellas vivir es entregarse, para ellos vivir es apoderarse.
El conflicto surge cuando en se instinto radical de lo masculino y femenino se producen desviaciones e interferencias.
La mujer normalmente imagina, fantasea menos que el hombre y a ello debe su mas fácil adaptación al destino real que le es impuesto.
Para el varón lo deseable suele ser una creación imaginativa, previa a la realidad, para la mujer, por el contrario, algo que descubre entre las cosas reales.
ESPIRITU Y ALMA
¿Qué diferencia hay entre lo personal y lo individual?
Llamo espíritu al conjunto de los actos íntimos de que cada cual se siente verdadero autor y protagonista.
El ejemplo mas claro es la voluntad. Ese hecho interno que expresamos con la frase “YO QUIERO”, ese resolver y decidir, nos aparece como emanando de un punto céntrico en nosotros, que es lo que estrictamente debe llamarse “YO”.
Una proposición científica solo puede ser ejecutada por ese centro de mi ser, que es la mente o espíritu. Ni con el cuerpo, ni con el alma se piensa.
El alma: región de los sentimientos y emociones, de los deseos, de los impulsos y apetitos.
El espíritu, el “yo” no es el alma. El espíritu está sumido, el alma la envuelve y la alimenta.
EL “YO” el espíritu.
El “MI” el alma.
El “yo”, el espíritu no puede, por ejemplo, crear un sentimiento, ni directamente aniquilarlo. En cambio puede, una vez que ha surgido un deseo o una emoción, en cierto punto del alma, cerrar el resto de ella e impedir que se derrame hasta ocupar su volumen.
Podemos contraer el alma bajo el imperio de la voluntad.
El que piensa una verdad se da cuenta de que todo espíritu tiene que penarla de hecho o de derecho como él. En cambio mi tristeza es mia sola, nadie la puede sentir conmigo y como yo.
Parejamente define KANT la voluntad espiritual por el IMPERATIVO CATEGÓRICO, SEGÚN EL CUAL SOLO SE PUEDE QUERER LO QUE TODOS PUEDEN QUERER.
De modo que el espíritu intelectual o volitivo, excluye la exclusión, elimina la singularidad, nos suma e identifica con los demás, al paso que el alma viva ( en cada uno) de si misma y por su cuenta, aparte del mundo y de todo otro sujeto.
El alma forma un recinto privado frente al resto del universo.
El alma es “morada”, aposento, lugar acotado para el individuo como tal, que vive asi “desde” si mismo y “sobre” si mismo, no “desde la lógica o “desde” el deber, apoyándose “sobre” la verdad eterna y lo eterno norma.
Se aclara algo mas esta diferencia entre lo “privado” del alma y lo “´blico” del espíritu si descendemos nuevamente a la vitalidad, al cuerpo.
Nuestro cuerpo tampoco vive sobre si mismo o desde si mismo. La especie, la herencia, son partes extraindividuales que actúan en el cuerpo de cada individuo.
Existe pues, una armonía preestablecida entre hombres y mujeres; para ellas vivir es entregarse, para ellos vivir es apoderarse.
El conflicto surge cuando en se instinto radical de lo masculino y femenino se producen desviaciones e interferencias.
La mujer normalmente imagina, fantasea menos que el hombre y a ello debe su mas fácil adaptación al destino real que le es impuesto.
Para el varón lo deseable suele ser una creación imaginativa, previa a la realidad, para la mujer, por el contrario, algo que descubre entre las cosas reales.
ESPIRITU Y ALMA
¿Qué diferencia hay entre lo personal y lo individual?
Llamo espíritu al conjunto de los actos íntimos de que cada cual se siente verdadero autor y protagonista.
El ejemplo mas claro es la voluntad. Ese hecho interno que expresamos con la frase “YO QUIERO”, ese resolver y decidir, nos aparece como emanando de un punto céntrico en nosotros, que es lo que estrictamente debe llamarse “YO”.
Una proposición científica solo puede ser ejecutada por ese centro de mi ser, que es la mente o espíritu. Ni con el cuerpo, ni con el alma se piensa.
El alma: región de los sentimientos y emociones, de los deseos, de los impulsos y apetitos.
El espíritu, el “yo” no es el alma. El espíritu está sumido, el alma la envuelve y la alimenta.
EL “YO” el espíritu.
El “MI” el alma.
El “yo”, el espíritu no puede, por ejemplo, crear un sentimiento, ni directamente aniquilarlo. En cambio puede, una vez que ha surgido un deseo o una emoción, en cierto punto del alma, cerrar el resto de ella e impedir que se derrame hasta ocupar su volumen.
Podemos contraer el alma bajo el imperio de la voluntad.
El que piensa una verdad se da cuenta de que todo espíritu tiene que penarla de hecho o de derecho como él. En cambio mi tristeza es mia sola, nadie la puede sentir conmigo y como yo.
Parejamente define KANT la voluntad espiritual por el IMPERATIVO CATEGÓRICO, SEGÚN EL CUAL SOLO SE PUEDE QUERER LO QUE TODOS PUEDEN QUERER.
De modo que el espíritu intelectual o volitivo, excluye la exclusión, elimina la singularidad, nos suma e identifica con los demás, al paso que el alma viva ( en cada uno) de si misma y por su cuenta, aparte del mundo y de todo otro sujeto.
El alma forma un recinto privado frente al resto del universo.
El alma es “morada”, aposento, lugar acotado para el individuo como tal, que vive asi “desde” si mismo y “sobre” si mismo, no “desde la lógica o “desde” el deber, apoyándose “sobre” la verdad eterna y lo eterno norma.
Se aclara algo mas esta diferencia entre lo “privado” del alma y lo “´blico” del espíritu si descendemos nuevamente a la vitalidad, al cuerpo.
Nuestro cuerpo tampoco vive sobre si mismo o desde si mismo. La especie, la herencia, son partes extraindividuales que actúan en el cuerpo de cada individuo.
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