miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL LOCO DE LA COLINA (España)

Buenas noches. Soy el loco. Te invito a un viaje para el que no necesitas sacar billete ni hacer equipaje porque el viaje es al centro de ti mismo. No te invito a cambiar de lugar, sino a cambiar de actitud. Los paisajes que verás están dentro de ti. Todos los tesoros que encuentres en el camino serán tuyos. En apenas hora y media podrás recorrer todas las distancias porque no hay avión más rápido que la imaginación. Te invito a un viaje a las únicas tierras vírgenes que quedan: tu mundo interior.

El loco habla de amor y de paz en un mundo insensible y violento, porque alguien tiene que velar para que esta llama no se apague definitivamente. Llega cada martes manchado de barro y de sangre, después de haber atravesado la jungla de los telediarios y los noticieros, y se lava en su fuente y se pone ropa limpia, para decirte que a pesar de todo todavía es posible la esperanza.

El paraíso está aquí, en la sonrisa de un niño, en los ojos de los enamorados, en la mano tendida de un amigo, en dos cuerpos desnudos que se aman, en la caricia de una madre, en las palabras y en los actos de un hombre bueno, en una música, en un árbol, en un nido de gorriones, en un arroyo de aguas cristalinas, en un cielo estrellado...El paraíso está aquí y nadie tiene derecho a arrojarnos de lo que es de todos.

Nunca seremos iguales, ni falta que hace. No hay nada más aburrido que la igualdad. Lo que hace falta es que nos respetemos y respetemos nuestras diferencias. Que nos sintamos solidarios y unidos. Que nadie explote a nadie. Que nadie desprecia a nadie, lo avasalle o lo humille. Que nadie se crea superior. Que nos seamos iguales no quieres decir que seamos mejores ni peores, sólo diferentes.

Que se callen las metralletas, las pistolas, los tanques, los sables, las navajas, que se callen porque vamos a hablar las personas, los hombres y las mujeres, los ancianos y los niños, que se calle la muerte porque va a hablar la vida, que se calle la violencia porque va a hablar la paz, que se calle el odio porque ésta es la hora del amor.

Que se sepa, el cartero de la vida nunca llama dos veces.El único pecado imperdonable es no vivir, entregarse a una muerte anticipada mientras la sangre corre todavía por nuestras venas.
Porque vivir no es sólo estar en la vida. Vivir es participar en la fiesta, actuar, ser protagonista, elegir un papel e interpretarlo con autenticidad y con convencimiento. Vivir es ser y conocer: Saber por propia experiencia qué es el amor, a qué saben los besos, qué se siente cuando se llega al éxtasis, a la cumbre del placer, qué se pierde cuando un amor se olvida... Vivir es saber por propia experiencia qué es la pasión y qué se siente cuando nos atrapa, qué se siente cuando un amigo nos pone la mano en el hombro, cuando llega el momento de una despedida, cuando tropezamos y tenemos que levantarnos y volver a la lucha... Vivir es estar vivo y parecerlo, saltar cada mañana de la cama como si todo fuera nuevo, como si fuera el primer día, aprovechar cada momento, como si fuera el último, porque el instante que se va no vuelve.No dejes que nadie te niegue tu derecho a vivir. Mientras el cuerpo aguante, exprime la vida. Ese es, en definitiva, el único equipaje que te vas a poder llevar cuando llegue la hora del último viaje.

La noche, la luna, las estrellas, la música, el amor, los termómetros, la vida, todo te está invitando a vivir. Goza tu juventud y tu hermosura. No dejes para mañana lo que puedes disfrutar hoy, porque tal vez no haya mañana y, si lo hay, puede que ya se tarde. Hazle caso a la noche, a la luna, a las estrellas, al amor, a la música, a los termómetros, a la vida… Todo te está invitando a vivir.

Te propongo un plan de belleza: Si de verdad quieres ser hermoso, si quieres ser la más bella del baile, si quieres que la gente se vuelva para mirarte, pon música, poesía y amor en tu vida, pon libertad en tus actos y en tus pensamientos, pon verdad en tus palabras, pon ternura en tus manos, paz en tu mirada, deseo en tus labios e ilusión en tu pecho. Y haz cada madrugada dos horas de ejercicios, para fortalecer los músculos del corazón y del sentimiento, escuchando al Loco de la Colina. Ya verás como en siete días empiezas a ver los resultados.


Entra sin miedo en este mundo mágico donde todo es posible, donde no hay leyes físicas ni humanas que prohíban los milagros.Entra en el reino sin rey de la utopía, en el país sin fronteras donde los soldados son de plomo, los tanques de caramelo y los misiles de helado de vainilla.Ven a este mundo sin cárceles ni manicomios, sin juzgados de guardia, sin agencias de publicidad, sin bancos...Entra en el reino de la fantasía, en el reino de la música y de la palabra.Ven, no necesitas dinero ni equipaje. Aquí la única moneda de curso legal es el amor. No te preocupes por el traje. Aquí todos vamos casi desnudos, como los hijos de la mar.

Yo no puedo cambiar el mundo, pero puedo crear un mundo nuevo para ti. Yo no puedo acabar con la guerra, pero puedo declarar la paz en la colina. Yo no puedo conseguir que el amor y la libertad reinen en el mundo, pero puedo convertir este territorio de la noche en el reino del amor y de la libertad. Yo no puedo imponer la solidaridad, pero puedo ser solidario. Yo no puedo decretar la justicia, pero puedo ser justo. Yo no puedo conseguir que la vida sea una fiesta, pero puedo festejar la vida cada martes en esta colina.

Piensa. El pensamiento está libre de impuestos. Por lo menos, mientras no lo publiques ni ganes dinero con él. Piensa por el placer de pensar, por el lujo de poner en movimiento la complicada máquina del cerebro, por hacer honor a tu condición de animal racional. Piensa, porque si tú no piensas siempre habrá quien piense por ti, y eso es chungo. Piensa, porque para eso está el coco, ni para dar cabezazos ni para ponerse la gorra. Piensa, a ser posible bien, aunque no aciertes.

¿Por qué vas a la ópera, si te duermes?¿Por qué te vistes a la moda, si te sienta como un tiro?¿Por qué dices que te gusta ese libro que te aburre, esa película que no soportas o ese pintor que no entiendes?¿Por qué te tragas toda la basura que te dan por la tele, si sabes que le sienta mal a tu sensibilidad y a tu inteligencia?¿Por qué no te atreves a ser tú?¿Qué te importa que los demás piensen que no tienes gusto, que no entiendes, si tú entiendes lo que entiendes y te gusta lo que te gusta?¿Por qué vas donde te llevan en lugar de ir donde tú quieres ir?

Todo es verdad, menos el odio. Lo dijo Luis Cernuda y yo me lo creo. El odio es siempre una mentira: una mentira interior o exterior. Una mentira que nos ponen ante los ojos del alma nuestros sentimientos enfermos, o una mentira que nos cuentan los otros para que miremos a nuestro hermanos como enemigos y deseemos su mal. El odio es una mentira que nos confunde y que nos separa, que nos hace ver contrarios donde sólo hay hombres y mujeres como nosotros y que nos lleva a la muerte por la falsa senda de la violencia y de la guerra. El odio es una mentira. Lo sé porque he visto que sólo los falsos son capaces de odiar. Los auténticos comprenden y aman.

Buenas noches, pájaros dormidos y aves nocturnas. Buenas noches, flores. Buenas noches árboles y arbustos. Buenas noches, piedras. Buenas noches, montañas. Buenas noches, prados y valles. Buenas noches, desiertos. Buenas noches, ríos y mares. Buenas noches, ciudades y pueblos. Buenas noches, animales de todas las especies. Buenas noches, niños. Buenas noches, viejos. Buenas noches, hombres y mujeres. Buenas noches, noche.

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