lunes, 1 de diciembre de 2008

UNA MUJER QUE AMA...

Extraído del libro "El segundo Sexo" SIMONE DE BEAUVOIR

…Los hombres han proclamado a porfía que el amor es para la mujer su realización.
“Una mujer que ama como mujer se vuelve aun mas mujer”, dice Nietzsche; y Balzac afirma: “En el orden superior, la vida del hombre es gloria; la de la mujer es el amor. La mujer sólo es igual al hombre cuando hace de su vida una perpetua ofrenda, como la del hombre es una perpetua acción”.
Sin embargo, ésa es una nueva y cruel mistificación, puesto que lo que ella ofrece a los hombres, a éstos no les interesa en absoluto aceptarlo. El hombre no necesita la abnegación incondicional que reclama, ni el amor idólatra que halaga su vanidad; los acoge exclusivamente con la condición de no satisfacer las exigencias que implican recíprocamente tales actitudes.
Predica a la mujer que de: y sus dones lo hartan; ella se encuentra absolutamente perpleja ante la inutilidad de sus presentes, perpleja ante su vana existencia.

El día en que a la mujer le sea posible amar con su fuerza, no con su debilidad, no para huirse, sino para hallarse, no para destituirse, sino para afirmarse, entonces el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no de mortal peligro…

8 comentarios:

Luis Mena dijo...

Amiga mía:
Necio es el hombre
que no sabe ser hombre.
Necia es la mujer
que no sabe ser mujer.
Necios ambos cuando
buscan suplir su papel,
e inician competencia
por ser mejor hombre o mujer.
Ambos son lo mejor,
y así se debe entender.
El hombre sin mujer
no es un hombre,
aunque solo se
pueda entender.
La mujer sin hombre
no es una mujer,
porque al hombre
¿quién lo podrá entender,
si no es una mujer?

roxana dijo...

Que buen sentir...
Asi es para mi tambien, pero lo has explcado tan sinteticamente y con tanta sensilles que es un placer leerlo. MUCHAS GRACIAS
Roxana

SOMMER dijo...

Espero que ese día esté cercano.

Abrazos

Walter Portilla dijo...

Roxana, una visita deuda es la que me trae, con tu grata invitación y tus pasos transparentes en mi casa que, por cierto, sí dejaron huella. Visito tu blog y lo encuentro bastante variado y agradable. Algunas cosas me sorprenden, como tu posición ante los hombres en una mujer que ama(ya te lo dijo periodista-editor) y en mis semejantes, ambos extractos de Simone De Beauvoir. Creo en la igualdad, en las diferencias que se complementan, en la ley de la balanza. Creo en la mujer y en el hombre como un todo. Separados: el silencio. No existe el uno sin el otro, no tienen sentido. Te abrazo Roxana.

Laura Carvajal dijo...

Bueno, pues estoy en total acuerdo contigo, con este post. Muy cierto que amar con abnegación no te dará lo mismo. Y que nadie venga con tonterías a decir que no debemos esperar recibir nada a cambio, sé de matrimonios donde la mujer da todo de sí y el hombre bien gracias, un día la mujer se aburre y manda todo al mísmisimo infierno y quién dice que ella no quería la misma atención que ella daba?
Igual es cuando se dice, que se ama y se soporta todo y se da todo, yo no creo en eso, no soporto y le digo a mis amigas no soporten, ellos se van con la primera flaca de tetas inmensamente operadas y anosotras nos dejan viendo un chispero.
Por eso, no hay que darle esa nota de sacrificio al amor.

Un abrazo

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Myriam dijo...

Amar es un DAR MUTUO, estoy de acuerdo con las postura de Walter Portilla. Varon y mujer se complementan. Se equilibran dinamicamente.

EL problema surje cuando uno da mucho y el otro menos....

O cuando uno da con condiciones....."te doy pero quiero que me des a cambio esto o lo otro"

Entonces, el amor se limita , se condiona....y deja de ser libre.

Besos

Celia Rivera Gutierrez dijo...

El amor, el siempre tema que no se puede eludir. La pareja y la desigualdad en tratos.
Me ha sido grato encontrar hombres que no piensan en la sumisión en este post.
El amor no se condiciona pero debe ser reciproco, generalmente la mujer da todo a cambio de nada y el hombre se acostumbra que así debe ser y no aporta a la mujer lo mismo que recibe. Cuando todo sale de un sexto para otra y no existe algo del otro para el que esta aportando, este termina por agotarse y dice somos o no somos. Hombre-mujer a la par. Y entonces es cuando el hombre respinga y dice: no te aguanto porque ya no eres sumisa. Y lo que pasa que se le calentaron por otra los de abajo y pretende que la sumisión de su pareja le permita también eso.
Al diablo con esos.

Saludos

MRB dijo...

Amiga:
Me ha encantado que pasaras a mi blog y que te presentaras. Ha sido muy bonito y edificador leerte. Este post en especial me llamó mucho la atención. Por el hecho de ser mujer, me concierne tu artículo.
Comentándolo, paso a decirte que para que los hombres aprecien nuestro amor, necesita madurez. Lo he comprobado con mi pareja. Está feliz de lo que le doy y nuestro amor crece día con día.
Te seguiré los pasos y ahora mismo te coloco en mis preferidos.
Un abrazo,
Shanty