Por Alejandro Dolina ( si está prohibido su reproducción lo saco del blog ni bien se me informe)
La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos.
Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces.
En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse.
Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad.
Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero.
Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos.
En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez:
"....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....."
Quizá se supriman algunos... detalles.
¿Qué detalles? Desconfío.
Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad.
Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas.
Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios.
¿Por qué florecen estos apurones educativos?
Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente.
A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado.
Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros.
Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela.
Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número.
Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que no ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas.
O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros.
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio. Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio.
Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece.
Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa.
Emprenda una carrera corta.
Triunfe rápidamente.
Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno.
No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco.
Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable. ¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!
El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas.
"Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común.
Y es cierto, caballeros, es cierto.
Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones.
No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración.
Hay cosas que deberían aprenderse en un instante.
El olvido, sin ir más lejos.
He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir).
Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari.
Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana".
Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.
Otro curso muy indicado sería el de humildad.
Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone.
Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos.
Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.
Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes.
Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego.
Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido.
Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba. Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie.
Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida.
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda.
Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo. "Aprenda a tocar la flauta en 100 años".
"Aprenda a vivir durante toda la vida".
"Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero.
Ni siquiera la sabiduría.
Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje".
24 comentarios:
Pero si es lo que tú dices: Lo genial está en aprender las cosas, pero en aprenderlas de verdad... Porque no creo yo que se aprenda nada sin un poco de paciencia y dedicación. Y eso no se hace de la noche a la mañana, claro.
Genial el post, niña!
Un beso enorme!
Que bueno.
Hoy está todo encarado a conseguir las cosas de forma instantánea.
Vivir rápido.
Todo ha de ser así o no es moderno.
Resultado: generaciones de insatisfechos a perpetuidad.
Besos.
Hola de visita por tu blog y me gusta el escrito es muy bueno. Aprender aprender y luego hacer.Saludos
Tines razón amiga hoy en día
todo tiene que ser rápido y
si no te quedas te pierdes,
lo peor es que todos estamos
callendo en el gueguito,y cada
ves exigimos más rapidez sin
darlos cuenta,todos corremos,
para alcansar nuestras metas.
buena amiga tu relato a sido
top,te felicito.
Un abrazo.
para mí también tiene mucho que ver la ilusión con aprender :)) gracias por tu visita!! me he dado cuenta ahora, con tu comentario, que estoy despistadísima, porque no me he dado cuenta de que estaba hasta hoy!! moitos biquiñossss y muy feliz semana :)))) muacssss!!
Es excelente el texto.
Mira que curioso.
Sabes con quien escucho Dolina? Con mi mamá que lo adora y tiene 82años. Y la verdad con ella sigo descubriendo tantas cosas, no por desconocer a Dolina. Sino por darme un ratito de tiempo para disfrutarlo.
Besitos Rox.
:)
Alejandro y sus genialidades.
Gracias por traerlo.
Alicia
Hola, Roxana.
Un interesante escrito. Dicen que las prisas no son buenas para nada y creo que es verdad. vivimos demasiado aceleradamente.
Gracias por tu visita.
Saludos
Hola cielo muy interesante informe
un beso
Excelente texto.
Es más nuestro cerebro no está adaptado para tanta velocidad e inconsistencia...
Sino, miremos la cadena evolutiva y a que paso fuimos haciendo cambios... y comparémoslo con los cambios de estos últimos 50 años y su velocidad.
COmo dice Dolina: ¡aprendamos toda la vida!
Besos
te deseo que el tiempo de felicidad y aprendizaje de vida se detenga y pase muy lento, que el tiempo de momentos no gratos, no llegue jamas y si lo hace que pase rapidito..
Hermoso post!! muy cierto, soy una amante del estudio y aprendizaje, vivo estudiando algo, siempre relacionado con la salud, el cuerpo humano, ahora estoy por comenzar un curso de 3 años de especialista en catastrofe, dictado por el ministerio de salud, toy feliz por eso!!! besotes enormes Ro.
No por ir más despacio...se avanza menos, lo que importa es no quedarse estancado.
Feliz semana amiguita!!! :)))
Que texto.......no tiene desperdicio...es sensacional.
Mil gracias por compartirlo y mostrar su existencia...el hermosos camino del aprendizaje tiene muchas paradas, una de ellas es el para a vaciar nuestro disco duro para seguir llenando de nuevos aprendizajes, es...de lo mejorcito de este mundo...
...no entiendo...como nuestros jóvenes...cada vez...odian más....aprneder y aprender....
...bueno...sólo ciertas cosas....porque otras que no son necesarias para nada...bien que las aprenden.
Una gozada de texto, un placer descubrirlo de tu mano.
Besines guapa
Vivimos al estilo fast food, yo nací lenta, durante algún tiempo traté de adaptarme.., pero ahora cada vez retraso más todo y me detengo a saborar la vida.
Besos:).
Roxana
Buen post para leerlo con lentitud.
Convengamos que la velocidad en ciertas circunstancias se asocia con la holgazanería,- cuando existe vocación de zángano; lo que hoy parece deporte: el éxito instantáneo,- o sea cartón pintado.
Sino fijémonos en los anuncios comerciales cuando intenta mediante métodos de ingeniería en la estupidez humana (carrera universitaria que necesita de los eufemismos), y paradójicamente los crea a la medida del estúpido veloz,- que viene a ser eufemísticamente “El cliente satisfecho”.
En los diplomas acelerados no figura la condición de parásito.
Hoy creo que nada escapa a la necesidad de velocidad,- de lo instantáneo, y como consecuencia hasta el romanticismo, penosamente se fue al caño.
Imaginemos sin ir más lejos una situación que en época pasada podía quitarnos el sueño, como por Ej.: la sorpresa que se esperaba en una cita, o la tan ansiada respuesta de la señorita, hoy ya no admite postergación,- la tecnología le quitó toda la emoción ya no hay estrategia; esta quedó en el olvido;- si la foto que te mandaron por el móvil no te gustó cambias el chips y listo.
Aunque también hay que reconocer que puede evitarnos el bochorno de no dar el pine, o si en el tiempo esboza,… algún taurino adorno!!!
En fin las emociones que necesitan tiempo ya no están.
Hasta los jabones son veloces
Las lágrimas lloran, los pañuelos son de papel.
Con un poco de humor te saludo.
Un beso
Pues no conocia yo a Alejandro Dolina,nunca me acostaré sin saber una cosa mas ;)
Me ha gustado,tiene toda la razón.
Gracias ;)
UN BESAZO
gracias por traer a alejandro a este espacio..
tiene arte!!!!
besossssssssssss
Gracias por tu visita a mi blog.
Sabes?... a ver si es curso que viene me matriculo en algún taller de literatura y poesía, porque veo que mestá haciendo falta, pero ya... Quesque soy totalmente autodidacta.... Bueno, aunque digamos (quienes lo digamos) que somos autodidactas, verdaderamente no es del todo cierto... siempre tenemos modelos y tendencias... es lógico... Pero bueno, se es porque nadie nos explica y vamos nosotros busca que te busca... jeje... pues sí.
Besicos.
PD... Anda!... si tb. está por aquí la "One"... y es la "One" aquí tb.... jeje (Lourdes)
Hay ciertas cosas que requieren su tiempo, no se puede hacer según qué en un tiempo record.
Estoy contigo en lo de que aprender es hermoso y lleva la vida entera. Estamos constantemente aprendiendo, y yo personalmente, disfruto cuando aprendo cosas nuevas.
Los placeres es mejor disfrutarlos con calma.
No sé si has oído hablar del "movimiento slow", que tiene mucho que ver con lo que dices.
Besos
Cada vez nos negamos más a cualquier tipo de esfuerzo y lo queremos todo al instante.
Las cosas cocinadas lentamente saben mejor.
Buen articulo.
Besitos
he llegado a tu blog pro casualidad , y me he encontrado con algo diferente, me lo pase genial los 30 minutos ke le dedique, me he apartado por un momento de mi blog de maternidad y experiencias como mamá, de todos mis alrededores que se desenvuelven e ntre bibes, pañales y guarderias , gracias por haberme echo pasar unos minutos geniales, por eso aqui me quedo y te sigo un beso desde canarias !!
Muchas gracia amiga! Travelling
que bueno es saber que uno cada dia que pasa no termina de aprender, que bueno seria que cada uno aprendamos a convivir no te paree que seria mucho mejor el mundo asi??
besos pase por tu blog que es maravilloso
desde zaragoza
Hermoso! Amen!
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